Los jacuzzis de los spas tienen una cosa buena y otra no tanto. La buena es que pueden albergar a un gran número de personas disfrutando. La mala es que la infección de sus aguas puede convertirse en algo masivo. Esto mismo ha ocurrido en un spa de California.
Al parecer, durante el pasado fin de semana los funcionarios de salud locales de California informaron de tres casos de la enfermedad bacteriana del legionario, incluidas dos muertes, entre los clientes recientes del Zen Day Spa en Richmond. El spa se ha cerrado mientras los funcionarios investigan.
Cuando hablamos de la enfermedad de los legionarios nos referimos a una forma de neumonía (inflamación de los pulmones) causada por la bacteria Legionella. Estas bacterias se encuentran en ambientes de agua dulce, aunque se necesitan ciertas circunstancias para que nos enfermen.
Por ejemplo, a veces encuentran su camino dentro de los sistemas de aire acondicionado central u otros sistemas de agua hechos por el hombre, incluidos los jacuzzis. Una vez dentro, la bacteria puede multiplicarse en masa y convertirse en aerosol, esparciéndose por el aire en pequeñas gotas que son inhaladas por sus víctimas. Además, las personas también pueden contraer la infección al tragar agua contaminada que accidentalmente baja por la tubería equivocada y llega a los pulmones.
Sea como fuere, el Departamento de Salud reportó el presunto brote de la enfermedad del legionario el pasado sábado después de conocerse las dos muertes el jueves y el viernes. En ambos casos, las víctimas se enfermaron solo unos días después de visitar el Zen Day Spa. Las autoridades también se enteraron de un tercer posible caso que contrajo la infección poco después de usar el jacuzzi del spa en junio, aunque esta persona finalmente se recuperó.
Tras abrirse el caso, los investigadores han recolectado muestras de agua ambiental del spa para analizarlas, y se espera que arrojen resultados en algún momento de esta semana. El viernes, los funcionarios cerraron temporalmente el spa.
Como apuntan los expertos, la gran mayoría de aquellos que se exponen a la bacteria Legionella no desarrollan la enfermedad del legionario, aunque algunas pueden contraer una infección más leve llamada Fiebre de Pontiac. Dicho esto, una vez que se desarrolla la legionelosis, puede ser una enfermedad grave y potencialmente mortal que envía a los infectados al hospital.