El exministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil, ha sido objeto de una investigación por presuntas irregularidades financieras, según lo informado por medios oficiales de la isla el jueves.
En un comunicado inusual, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, señaló que se habían detectado «serias deficiencias» en la conducta de Gil, quien admitió las acusaciones y renunció a sus cargos como miembro del comité central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y como diputado.
Díaz-Canel subrayó que la decisión de investigar a Gil se tomó de común acuerdo entre la élite del PCC, la Fiscalía General y el Consejo de Estado, con el fin de esclarecer por completo las acusaciones.
El presidente reiteró la política de «tolerancia cero» de su gobierno contra la corrupción, una postura que ha sido enfatizada por varios funcionarios gubernamentales en las últimas semanas, en medio de una campaña mediática sobre delitos económicos.
En recientes operaciones policiales y judiciales contra redes de corrupción, se vieron implicados trabajadores estatales de niveles bajos y medios.
Gil, quien ocupó el cargo desde 2018 hasta principios de febrero, es el funcionario de más alto rango del Gobierno cubano investigado por corrupción en más de una década.
El mandato de Gil al frente de Economía y Planificación estuvo marcado por una serie de medidas controvertidas que no lograron abordar la crisis económica en Cuba ni corregir sus distorsiones financieras.