Este viernes la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos publicó un informe sobre la grave crisis política y de seguridad que se vive en Haití, en el que han muerto 2.439 personas, en lo que va de año, por la violencia de las bandas.
“Con apoyo y decisión internacional, el pueblo haitiano puede enfrentar esta grave inseguridad y buscar una salida al caos”, señaló en un comunicado Volker Türk, el alto comisionado de la ONU para derechos humanos.
Luego de la publicación del informe, será discutido en el Consejo de Derechos Humanos el próximo 10 de octubre.
El documento fue elaborado por William O’Neill, el experto designado por el alto comisionado para estudiar la situación de Haití, durante una visita en el mes de junio, y reveló la «descarnada» situación que vive el país.
De acuerdo a los datos oficiales, en este año han habido al menos 951 secuestros a mano de las bandas criminales, que estarían detrás del asesinato de 32 policías. «Han convertido en insoportable la vida de muchos en la capital y otras partes del país», señala el informe.
De acuerdo al comunicado, estas bandas, originalmente milicias contratadas por políticos y empresarios para su propia seguridad, «han evolucionado hasta ser grupos autónomos que controlan grandes extensiones de territorio»”, señala el texto».
La mayor parte de las armas de estos grupos violentos, son suministradas por vía marítima desde Miami, EEUU, y el resto llega por la frontera con República Dominicana.
Las bandas operan en todo Haití, pero se concentran en Puerto Príncipe. Tienen el control de las carreteras, lo que imposiblita la comunicación con la península sur del país. «Han llegado a mutilar y quemar personas en público, mostrando después esas horribles imágenes en las redes sociales», revela el documento.
El alto comisionado considera necesario promover una misión multinacional de apoyo en materia de seguridad para apoyar a la policía nacional haitiana, que tiene un deficit de efectivos para contrarrestar la ofensiva de las bandas.
El informe también revela que ante la imposibilidad del gobierno de garantizar la seguridad de los haitianos, se han incrementado las acciones de ciudadanos que intentan tomar la justicia por sus propias manos, con ejecuciones sumarias a los miembros de las bandas capturados.
De acuerdo a los indicadores del informe, el 90% de los haitianos vive por debajo del umbral de pobreza, casi la mitad de la población sufre malnutrición aguda y el número de personas que requieren ayuda humanitaria creció de 2,6 millones en 2019 a 4,9 millones en 2022.