Fuente: Listin Diario
MÁS DE UNA VEINTENA DE FOCOS ARDÍAN EN CALIFORNIA Y CASI UN MILLAR DE BOMBEROS COMBATEN EL INCENDIO BAUTIZADO «CREEK FIRE»
Alimentados por la sequía y los fuertes vientos, infernales incendios arrasan el miércoles la costa oeste de los Estados Unidos, desde California hasta el estado de Washington, causando miles de evacuaciones y graves daños.
Más de una veintena de focos ardían en California y casi un millar de bomberos combaten el incendio bautizado «Creek Fire» que se propagó por más de 56,000 hectáreas de la región de Fresno, al norte del estado.
Otro incendio forestal, el llamado Bobcat Fire, devastó 4,000 hectáreas y sigue fuera de control pese a que 400 bomberos fueron desplegados, informaron autoridades del condado de Los Ángeles.
«Estén preparados y sigan las consignas», dijeron en un mensaje a los habitantes de esa zona, quienes podrían recibir la orden de evacuarla.
Órdenes de evacuación fueron lanzadas al sur de California, cerca de San Diego donde se quemaron casi 7,000 hectáreas, según las autoridades locales.
El fuego se propagó al norte de California, en Oregon y en el centro del estado de Washington.
«Este tipo de evento ocurre una vez por generación», alertó la gobernadora de Oregon, Kate Brown. «Desde que asumí como gobernadora [en 2015] he visto temporadas de incendios históricos» y añadió que la de este año es «sin precedentes».
“El infierno”
Jody Evans, vecino de la ciudad de Detroit, en Oregon, dijo haber «cruzado el infierno» al escapar de las llamas que se acercaban a su casa.
«Fuego en ambos lados de la ruta, árboles caídos, viento que sopla, cenizas que vuelan», dijo al describir la escena en un canal local de televisión.
El gobernador de Washington, Jay Inslee, dijo el martes que más de 130,000 hectáreas fueron devoradas por nueve incendios «importantes» en 24 horas, lo cual es casi el doble la superficie quemada en todo el año pasado.
«Vivimos en un mundo nuevo. Ya no es el Washington de antes», dijo al denunciar al cambio climático como principal agente de este tipo de desastre.
«Las condiciones son tan secas, tan calurosas porque el clima ha cambiado», dijo. Añadió que más de 100,000 personas están sin electricidad.
La pequeña ciudad de Mazen quedó prácticamente destruida. El cuartel de bomberos, el puesto de correo y la alcaldía «están totalmente quemados», dijo el sheriff en un comunicado el martes.
La escala de este desastre no puede ser expresada con palabras», dijo el sheriff Brett Myers. «El fuego se extinguirá pero una comunidad ha cambiado para toda una vida.
Récord
El viento hizo llegar los humos hasta el área de Seattle, la ciudad más grande de Washington, donde el departamento de Ecología local lanzó una alerta de contaminación del aire.
California está desde hace varios días bajo fuerte calor. Los termómetros marcaron 49 grados Celsius en Woodland Hills, cerca del condado de Los Ángeles, según el servicio nacional de meteorología.
A mediados de agosto una ola de calor ya había azotado a California donde se llegó a registrar la temperatura récord de 54.4 grados Celsius en el Valle de la Muerte. Ese calor es de los más altos jamás registrados en el planeta.
Este año el fuego ya devoró 8,000 kilómetros cuadrados en California, una superficie inédita desde 1987 y dejó al menos siete muertos cuando la temporada de incendios aún está lejos de su fin.
Los expertos están preocupados por el incremento de los vientos costeros los cuales podrían a tener ráfagas de hasta 90 km/h este miércoles.
«Simplemente carecemos de recursos suficientes para contener todos los incendios», lamentó Randy Moore, responsable de los servicios forestales para la región del suroeste del país.