Los servicios de emergencias marroquíes van controlando algunos de los incendios forestales declarados desde el miércoles en cinco provincias del norte del país, que han destruido por el momento 6,600 hectáreas de superficie boscosa.
Según los últimos partes de los fuegos difundidos hoy por las autoridades de las diferentes regiones afectadas -Larache, Taza, Ouazzane, Tetuán y Chefchaouen-, los fuegos han provocado la evacuación de 1,331 familias del más extenso, el que afecta a la provincia de Larache, y de otras 500 del que afecta a la región de Taza.
Se han logrado controlar, indica la Agencia Nacional de Aguas y Bosques en un comunicado, los incendios de Taza, uno de los de Larache y el de Ouazzane, pero permanecen activos un segundo en Larache, otro en Tetuán y uno en Chefchaouen.
En Larache, donde el viernes se localizó un cuerpo sin vida con heridas por quemaduras, se ha conseguido controlar el 70% del fuego localizado en bosque El Qila, que ha dejado 5,300 hectáreas quemadas y provocado el desalojo de 1,331 familias de 20 aldeas. El fuego ha destruido 169 viviendas.
En Chefchaouen se ha controlado un 80% del incendio, que ha quemado 80 hectáreas, y en Tetuán sigue activo el fuego en el bosque de Beni Idder, donde ya se han quemado 270 hectáreas.
El incendio de Taza en el Bosque Bab Azhar, que se ha dado por controlado, contabiliza 550 hectáreas quemadas y 500 personas evacuadas.
Para apagar las llamas, se han movilizado cientos de efectivos de Agencia de Aguas y Bosques, de la Protección Civil, Gendarmería Real, Fuerzas Auxiliares y las Fuerzas Armadas Reales, además de las autoridades locales.
También a cuatro aviones cisterna Canadair del Ejército marroquí, cuatro aviones Turbo Trush de la Gendarmería Real, camiones bomberos, y decenas de vehículos de transporte y ambulancias.