Ricardo Martinelli Linares, hijo del ex presidente panameño Ricardo Martinelli, se declaró culpable de presunto lavado de dinero proveniente de los sobornos hechos por la constructora brasileña Odebrecht en una audiencia judicial en Nueva York celebrada este martes.
El juez Raymond Dearie ordenó que el panameño, que fue extraditado desde Guatemala a Estados Unidos la semana pasada, permanezca en prisión. Los abogados de Martinelli Linares habían propuesto que su cliente permaneciera bajo arresto domiciliario con una fianza de cinco millones de dólares. También insistieron en que no había posibilidades de que su cliente huyera.
Dearie, no obstante, rechazó la petición.
Según el acuerdo alcanzado con la Fiscalía, esta pedirá una pena de entre 108 y 135 meses de cárcel para Ricardo Alberto; la defensa, por su parte, renunciará a apelar la sentencia si esta es igual o menor a los 151 meses de cárcel (12 años y medio).
El juez Raymond Dearie -el mismo que lleva el caso de Luis Enrique- leerá la sentencia de Ricardo Alberto el próximo 13 de mayo, aunque el abogado de la defensa de los Martinelli ya anunció hoy que pedirá adelantar ese veredicto.
Martinelli Linares es el segundo hijo del ex mandatario en ser extraditado por el mismo caso después de que en noviembre fuera extraditado su hermano, Luis Enrique Martinelli Linares. Este último se declaró culpable el 2 de diciembre de asociación ilícita para lavar dinero de los sobornos de Odebrecht.
Los hermanos Martinelli permanecieron presos en Guatemala por más de un año a la espera de que la justicia resolviera si eran extraditados o no. Ambos buscaron protección en el Parlamento Centroamericano, donde habían sido elegidos pero no juramentados.
El abogado de Ricardo Alberto solicitará que el juez le aplique como pena máxima el tiempo que él ya ha pasado en prisión a contar desde el 12 de julio de 2020, cuando los dos hermanos fueron arrestados en Guatemala.
Los dos enfrentan cargos de conspirar con otros para lavar aproximadamente 28 millones de dólares de sobornos de Odebrecht dirigidos a un alto funcionario en Panamá que es pariente cercano de los acusados, asegura Estados Unidos. El alto funcionario en Panamá lo fue desde 2009 hasta 2014, aseguró la fiscalía del distrito este de Nueva York.
Ricardo Martinelli fue presidente de Panamá entre 2009 y 2014, durante un periodo de rápido crecimiento económico empañado por denuncias de corrupción.
Según las autoridades estadounidenses, sus dos hijos sirvieron de “intermediarios” entre Odebrecht y el funcionario panameño para beneficiar a este último con los sobornos.
Los dos hijos de Martinelli están acusados en Estados Unidos porque gran parte del lavado de dinero se hizo a través de cuentas en bancos neoyorquinos.
La constructora Odebrecht se declaró culpable en 2016 en el distrito este de Nueva York de estar involucrada en un escándalo de sobornos y lavado de dinero. La constructora llegó a pagar más de 700 millones de dólares en sobornos a funcionarios de gobierno y partidos políticos en la región a cambio de mantener negocios y contratos.
Los pagos se hicieron en relación con “más de 100 proyectos en 12 países, incluidos Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela”, según los documentos del tribunal.
Los fiscales aseguraron que en junio de 2020 ambos hermanos escaparon de Estados Unidos, en un bote a las Bahamas, cuando sus abogados negociaban un acuerdo con las autoridades estadounidenses para limitar cualquier posible acusación contra los Martinelli.
Tras no lograr entrar a Panamá debido a las restricciones por la pandemia, se vieron forzados a volar a otros países y acabaron en Guatemala, donde fueron arrestados. La detención de los hermanos Martinelli se produjo el 6 de julio de 2020 en el aeropuerto internacional de Guatemala cuando hacían escala en un vuelo privado que pretendía llevarlos a Panamá.
La justicia estadounidense los acusó el 4 de febrero de este año de cinco cargos, entre ellos el de conspirar para lavar dinero y ocultar la operación.
Panamá también reclama a los hermanos Martinelli por un megaescándalo de corrupción conocido como “Blue Apple”, pero la ley guatemalteca establece que la prioridad la tiene el país que haga primero la solicitud, en este caso Estados Unidos, según la Fiscalía local.
Además, Guatemala y Panamá no cuentan con un tratado de extradición, por lo que las autoridades panameñas tendrán que hacer el pedido a la justicia estadounidense.