Hay un perfil de trabajador que agota la moral del equipo y no es ese que renuncia silenciosamente, haciendo menos trabajo por estar descontento con su empresa, pero lo justo para que no puedan despedirle (algo que parece haberse puesto de moda en los últimos años o, por lo menos, de los que se habla mucho más también en Europa).
El perfil de trabajador que más agota a sus compañeros es bautizado como «trabajadores ruidosos» (loud labours), un término acuñado por André Spicer, profesor de comportamiento organizacional y decano de Bayes Escuela de Negocios. Estos son empleados que ponen más énfasis en dar a conocer su trabajo, que en realmente trabajar. Y, parece ser, que agotan a sus compañeros.
Nicole Price experta en liderazgo y entornos de trabajo, dice que los trabajadores ruidosos «pueden anhelar atención» y tienden a hablar de sus supuestos logros «incluso cuando no fue nada extraordinario, simplemente estaban haciendo su trabajo». Desde Monster.com dicen que «usan varios métodos de autopromoción, hablando más sobre lo que están haciendo o planean hacer en lugar de realmente hacer sus tareas».
El «trabajador ruidoso» no es nada nuevo. Decía André Spicer en un análisis en The Guardian el pasado año que incluso ciertos comportamientos como gemir, gruñir o suspirar mientras hacemos una tarea se ha considerado por los psicólogos como una forma de mostrar que una persona está poniendo mucho empeño en la tarea y busca así recompensa que lo elogien.
Cómo identificar a un trabajador ruidoso
Según Price, hay dos maneras fáciles de saber quién es un trabajador ruidoso: no ves que se haga mucho trabajo y hablan «mucho» sobre el trabajo que están «haciendo». «Los trabajadores ruidosos a menudo son muy activos en las redes sociales profesionales, donde publicitan sus tareas y logros», agregó.
Vicki Salemi, experta en carreras en el portal de empleos Monster.com, hace la distinción entre alguien que se afirma con confianza en el trabajo y un trabajador ruidoso: «El primero escoge y elige cuándo hablar para destacar su trabajo». «Mientras que estos últimos pueden anhelar atención» y hablan de logros que realmente no lo son.
Según Price, tras esto hay «una falta de autoestima», personas inseguras que necesitan recompensas y reconocimientos externos en lugar de la satisfacción inherente del trabajo en sí. «Esto puede conducir a un enfoque en la visibilidad y la autopromoción para atraer estas recompensas”, porque no reciben el reconocimiento o la atención de jefes o colegas.
Esto afecta, para mal, al equipo
El problema de que estas personas hablen tanto de sus logros radica en que, según algunas investigaciones, afecta negativamente a la dínámica del equipo. Un estudio de 2021 encontró que tener un clima de autopromoción dentro de los grupos de trabajo puede «disminuir la cohesión del grupo de trabajo«.
Los trabajadores ruidosos pueden crear un ambiente de trabajo donde la visibilidad y la autopromoción se valoran más que los resultados reales, lo que podría desmotivar a los empleados que son más callados o prefieren dejar que su trabajo hable por sí mismo, afirma Price.
«La autopromoción constante puede crear una atmósfera de competencia en lugar de colaboración»y eso puede afectar negativamente la moral del equipo.
En una encuesta realizada por LinkedIn Australia, a la pregunta de qué tipo de trabajador gusta menos, sale ganando el ruidoso y con diferencia (casi la mitad de votantes, casi 5.000 personas, apunta a este perfil). Le sigue el que renuncia silenciosamente.
Para Price, el trabajo ruidoso mantiene este comportamiento porque en algún momento ha sido recompensado o validado por sus líderes. Y recomienda que los líderes miren más allá del ruido y reconozcan las contribuciones de aquellos que no expresan tanto su trabajo. «Un jefe debe asegurarse de que todos los miembros del equipo sean evaluados por su desempeño real y no solo por su capacidad para promocionarse a sí mismos».