Según la GSM Association (GSMA), actualmente hay más de cinco mil millones de teléfonos móviles abandonados en todo el mundo. Estos dispositivos, que no se usan y están cogiendo polvo en cajones, tienen muchísimo más valor del que creemos. Y eso es precisamente lo que la GSMA quiere aprovechar.
Una gigantesca mina oculta. Aunque hay programas de reciclado de móviles, mucha gente acaba guardando y abandonando sus viejos dispositivos en cajones. La GSMA lo sabe y se ha dado cuenta de que ante la escasez de ciertos materiales, estos móviles se pueden convertir en una verdadera mina.
100 toneladas de oro. Según los cálculos de la GSMA, recolectar todos esos móviles permitiría recuperar 50.000 toneladas de cobre, 500 toneladas de plata y 100 toneladas de oro. De hecho sería posible conseguir suficiente cobalto para la producción de diez millones de vehículos eléctricos. Se estima que el valor de esos materiales sería de unos 8.000 millones de dólares.
Reciclaje masivo. Ante la situación, la GSMA quiere activar un par de iniciativas para poner en marcha un plan de reciclaje masivo. La primera, impulsar esos programas de reciclaje o devolución para que la gente no los deje en un cajón —y no los tire a la basura sin más—. La segunda, evitar que los móviles acaben en vertederos e intentar que en 2030 el 100% de los móviles que se recuperan con programas de reciclaje se reparen, se reutilicen o se envíen a organizaciones de reciclaje.
Varias operadoras en el ajo. Grandes grupos de telecomunicaciones como BT Group, Globe Telecom, Orange, Tele2 o Telefonica han confirmado su apoyo a estas iniciativas, lo que sin duda puede contribuir a conseguir esos (ambiciosos) objetivos.
Menos residuos. Y por supuesto, este tipo de proyecto contribuirá a reducir los residuos electrónicos. Según GSMA, un móvil reacondicionado puede llegar a tener un «impacto climático» que es un 87% inferior al de un móvil recién fabricado.
Pero. Hay muchas buenas intenciones aquí, pero la idea se enfrenta a realidades importantes. La primera, que reciclar y recuperar dispositivos es costoso: para muchas empresas es más fácil que te quedes un producto que no quieres a costear la devolución. Como señalan en The Register, hay otros problemas adicionales, como el hecho de que las operadoras que se han aliado con la GSMA apenas tienen presencia en los gigantescos mercados asiáticos (China, India) y tampoco en EEUU.