El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Haití informó este lunes sobre la implementación de un protocolo riguroso para el control judicial de ciudadanos haitianos deportados o extraditados por delitos financieros o vínculos con organizaciones criminales. Esta medida llega días después de la detención en Estados Unidos del empresario haitiano Pierre Reginald Boulos, señalado por presunta participación en actos violentos y en riesgo de ser expulsado.
Este protocolo responde a nuevas regulaciones adoptadas por la administración estadounidense respecto a la detención, deportación o extradición de haitianos implicados en delitos cometidos por grupos terroristas en Haití, según un documento oficial del Ministerio de Justicia haitiano.
El texto, compuesto por cuatro artículos, establece que cualquier ciudadano haitiano deportado o extraditado desde Estados Unidos u otro país, acusado de delitos financieros o de apoyar, financiar o colaborar directa o indirectamente con grupos criminales o terroristas en Haití, será entregado a su llegada al país al comisario del Gobierno.
Asimismo, el protocolo indica que el individuo quedará bajo custodia del comisario del Gobierno, ya sea en la Dirección Central de la Policía Judicial (DCPJ) o en otra instalación adecuada a su situación.
El comisario del Gobierno deberá, con prontitud, preparar el expediente del expulsado o extraditado y enviarlo al gabinete de instrucción para continuar con el proceso legal.
En cuanto a Pierre Reginald Boulos, fue arrestado por la policía migratoria estadounidense acusado de liderar actos violentos y de respaldar bandas criminales que buscan desestabilizar Haití, según un comunicado del ICE difundido por la embajada estadounidense en la isla.
Ante esto, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció que la administración Trump aplicará la ley migratoria para expulsar a residentes permanentes legales que hayan colaborado con líderes de bandas haitianas vinculadas a la organización criminal “Viv Ansanm”, responsable de gran parte del caos en el país caribeño.
La violencia en Haití ha empeorado en los últimos años, con bandas armadas que controlan cerca del 90 % de Puerto Príncipe, la capital.
Según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), durante la primera mitad de 2025 se registró un aumento del 24 % en homicidios intencionales, sumando 4,026 casos.
Además, el número de desplazados por la violencia de estas bandas alcanzó 1.3 millones, triplicando la cifra de 2023 y sextuplicando la de 2022, según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos.