Haití añadió un nuevo elemento de complejidad al conflicto con la República Dominicana relacionado con la construcción de un canal para trasvasar agua desde la orilla occidental del río Masacre.
El gobierno del primer ministro Ariel Henry dejó en claro que respaldará y defenderá este proyecto de irrigación. Este giro se suma a un conjunto coordinado de contramedidas que Haití ha implementado con fuerza y discreción tras el cierre de sus tres puntos fronterizos por parte de la República Dominicana. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Haití instruyó a sus diplomáticos en el extranjero para informar a las cancillerías de los países anfitriones, secretarías generales de organizaciones internacionales y misiones de otros países sobre el derecho de Haití a utilizar las aguas del río Masacre.
Además, denunció los actos unilaterales e inamistosos de las autoridades dominicanas, acusándolas de aprovechar esta situación inesperada para perseguir objetivos electorales.
Este posicionamiento del gobierno haitiano, que revela la razón de su prolongado silencio desde el inicio de los trabajos para el plan de trasvase de agua, fue comunicado a través de una declaración del ministro de Agricultura, Recursos Naturales y Desarrollo Rural (MARNDR), Bredy Charlot.
Charlot afirmó que su gobierno ha tomado medidas concretas para respaldar la construcción del canal y el trasvase de agua del río Masacre, en colaboración con la Dirección Departamental Nordeste.
Manifestó el compromiso inquebrantable del gobierno de Ariel Henry de defender los intereses de los campesinos y agricultores de la llanura de Maribaroux. Haití también reiteró su disposición a dialogar con todos los actores involucrados en la construcción del canal para planificar eficazmente estas importantes obras. Esto sugiere que el gobierno dominicano pudo haber malinterpretado la naturaleza del movimiento inicial de los haitianos respecto al plan del canal, viéndolo como una aventura respaldada solo por sectores limitados.
Ahora ha quedado claro que no era así, y estos grupos están bien controlados, respaldados abiertamente por el gobierno de Ariel Henry, «Barbecue» y Claude Joseph. Este peculiar alineamiento revela que ahora el gobierno de Ariel Henry, el líder de pandillas Jimmy Chérizier, alias «Barbecue», y el ex primer ministro Claude Joseph, tres enemigos políticos acérrimos, han encontrado un punto común en el canal que los une y un único adversario al que enfrentar: el gobierno dominicano. «Barbecue», líder poderoso de la coalición de bandas G9, anunció su apoyo financiero y armado a los trabajos de construcción del canal en el río Masacre. Primero había declarado la guerra al primer ministro Ariel Henry y amenazado con derrocarlo por la fuerza. Ahora, con su declaración de apoyo al canal, este hombre se convierte en un potencial peligro para la República Dominicana.
Tras su discurso violento, varios jefes de pandillas expresaron su respaldo a la continuación del canal y dejaron libre la circulación hacia las entradas sur y norte de Haití. Por su parte, Claude Joseph, confeso detractor de República Dominicana, movilizó a cientos de seguidores en Haití, un día antes de la enérgica declaración de «Barbecue», y, en armonía con el líder de pandillas, su apoyo se centró en la lucha por la construcción del canal y la salida del poder del primer ministro.
A pesar de todo, el gobierno de Abinader reafirmó que la construcción de un canal en el río Dajabón viola el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje de 1929, lo que llevó al cierre de las fronteras con Haití. Es importante destacar que especialistas del Ministerio de Agricultura, Recursos Naturales y Desarrollo de la República de Haití advirtieron que la construcción del canal sobre el río Masacre no es recomendable a partir de los datos geotécnicos e hidrológicos, y reconocen que perjudicaría a la República Dominicana. Esta advertencia está documentada en un informe oficial del gobierno de Haití titulado «Trabajos de construcción de una toma de agua en el río Masacre con fines de riego».