La Cumbre del Grupo de los 77 más China (G-77+China) en Cuba fue un foro en el que líderes de países en desarrollo se reunieron para abordar cuestiones relacionadas con el desarrollo, la ciencia, la tecnología y la innovación. El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula, enfatizó la importancia de que los países en desarrollo trabajen juntos en un momento en que se están produciendo grandes transformaciones globales, particularmente en áreas como la revolución digital y los cambios energéticos. Lula instó a que estas transformaciones no sean dirigidas únicamente por un grupo de economías ricas, sino que reflejen las necesidades y preocupaciones de los países en desarrollo.
La cumbre reunió a representantes de 114 países que forman parte del G-77+China, que representa alrededor del 80% de la población mundial. Durante el evento, se destacaron temas importantes, como la necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional para hacerla más inclusiva y justa para los países en desarrollo. También se abordaron cuestiones como las medidas unilaterales y los embargos impuestos por naciones ricas a naciones en desarrollo, así como los monopolios tecnológicos que pueden agravar las brechas tecnológicas y económicas.
La cumbre buscó acercar posiciones y promover la cooperación entre los países del sur en un esfuerzo por abordar los desafíos actuales del desarrollo. Se espera que la declaración final de la cumbre refleje estas preocupaciones y propuestas, con un enfoque en la necesidad de reformas estructurales para promover un desarrollo más equitativo y sostenible a nivel global.
AP