Un galardón que reconoce una temporada inolvidable, la más goleadora de su carrera con 44 tantos y 17 asistencias en 46 encuentros
Karim Benzema (19 de diciembre de 1987, Lyon) consagra su carrera a sus 34 años con su primer Balón de Oro, haciendo realidad como líder indiscutible del Real Madrid y referente de la selección francesa el sueño del niño criado en el conflictivo barrio de Bron, a quien el fútbol alejó de los problemas y alimentó el deseo de llegar a ser como uno de sus grandes ídolos, Ronaldo Nazario.
A Benzema, de origen argelino por la vida de su abuelo en Tighzert antes de emigrar a Francia, la rigidez en la educación de su padre Hafid y la dedicación de su madre Wahida por sus ocho hijos le condujeron hacia el camino correcto cuando crecía en los arrabales modestos de Lyon.
Una escuela católica fue la decisión del padre de Karim para alejarlo de la calle y que obtuviese la mejor formación. Sin pensar que sus orígenes y el peso de más que tenía provocase discriminación en la escuela, un rechazo que le invitó a luchar desde sus primeros pasos.
Pronto se vio que su pasión era la pelota. Con ella, el chico introvertido siempre destacó por encima del resto. Sin reloj para jugar en los campos pegados a su casa en el barrio de Terraillon, como para mejorar solo con el balón y una pared de su bloque. Impulsó a un cambio de hábitos alimenticios e iniciar un camino desde una de las zonas más humildes de Lyon.
Entre la admiración por Zinedine Zidane como gran referente de la selección francesa y Ronaldo Nazario, el delantero al que siempre quiso parecerse, Karim comenzó a jugar a los ochos años en el infantil del Bron Terraillon, donde su vida cambió por un doblete marcado al Olympique de Lyon. Meses después ya formaba parte de la cantera de uno de los clubes punteros del país que hizo una excepción para acogerle en su centro de formación, reservado a los niños procedentes de otras regiones.
Internado en el centro de formación, el joven Karim se alejó de las malas compañías de su barrio y fue subiendo escalones a gran velocidad. A los 16 años daba el salto al segundo equipo con la fama de máximo goleador de cada categoría en la que se fue formando. Pronto empezó a entrenar con los ‘mayores’, debutando con el primer equipo en 2005 de la mano del técnico Paul Le Guen.
«Desde pequeño Ronaldo es mi referencia, mi fuente de inspiración. Tengo muchas cintas con sus partidos y una en la que están sus mejores jugadas no se la dejo a nadie. A fuerza de verle me impregno de algunos de sus gestos», confesaba Karim en sus primeros pasos en la élite cuando soñaba con emular al brasileño dos veces ganador del Balón de Oro.
Tras dos años iniciales de crecimiento sin continuidad fue con Alain Perrin cuando llegó la temporada del impulso definitivo de una nueva estrella del fútbol francés. Con 31 goles en 51 partidos, máximo artillero de la Liga, pieza clave para el primer doblete de la historia del Lyon. Un futbolista diferente comenzaba a llamar la atención de los grandes de Europa y seguía viviendo en el humilde barrio de Bron.
Renovado su contrato y mejorado económicamente en varias ocasiones, aguantó un año más en Lyon. Karim ya había sido nombrado jugador del año por la Liga francesa y había sido nominado por primera vez al Balón de Oro en tiempos en los que el dominio de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi era abrumador.
El Real Madrid estaba decidido a lanzarse a por una nueva perla del fútbol europeo y la negociación la llevó en primera persona el mismo presidente. Florentino Pérez se presentó en Bron, en casa de los padres para obtener la palabra de un jugador con el que siempre ha mantenido desde entonces una relación especial.
«Me llamó mi familia, mis agentes y mis amigos para decirme que tenía que ir a casa. Les dije que no podía y me insistieron, tienes que venir, está aquí Florentino Pérez. Cuando llegué, abrí la puerta y le vi con mi familia. Me dijo, ¿tengo tu palabra?. Y le dije, sí, sí». Benzema se convertía en nuevo jugador del Real Madrid por 35 millones de euros, para ampliar la leyenda de éxitos del rey de Europa.