El CEO de Twitter tiene muchas cosas en las que pensar últimamente, y muchas de las que piensa las dice. No solo en su propia cuenta en esa red social, sino en entrevistas como la que concedió a CNBC hace unos días. En ella habló de un buen puñado de temas, y habló sobre su pasado como fundador de OpenAI.
«Soy la razón de que exista OpenAI». El creador de Tesla y de SpaceX fue uno de los grandes inversores en OpenAI cuando la empresa se creó en 2015. Elon Musk cedió unos 50 millones de dólares de su fortuna para que la empresa iniciara su andadura, pero tras desavenencias con sus responsables acabó saliéndose del proyecto. Musk quería el control y no lo consiguió.
Hasta el nombre se le ocurrió a él. Según sus palabras, la idea de usar ese nombre para la empresa fue suya —por Open Source—, y el objetivo era hacer las cosas distintas a como las estaba haciendo Google. Musk contaba cómo antes de la creación de OpenAI solía hablar con Larry Page sobre el tema y mientras que él veía riesgos en el desarrollo de la IA, Page no. Poco después Google compraría DeepMind y se convertiría en uno de los referentes en este campo.
«Me siento como un gran idiota». Aunque Musk invirtió en la empresa, veía casi imposible competir con Google y DeepMind, a los que veía como «un elefante. No había competición posible». Sin embargo la empresa prosperó, pero Musk ya estaba fuera de ella tras aquellas desavenencias. Fue una gran oportunidad perdida para él.
OpenAI ya no es nada Open. Para Musk era extraño que una empresa que había nacido como una ONG con una filosofía Open Source haya acabado convirtiéndose en una empresa con ánimo de lucro y que cuenta con código propietario. «Es como si una empresa que quiere defender en Amazonas se acabara convirtiendo en una empresa de tala de árboles que luego los vendiera». Para él eso parecía hasta ilegal.
Cuidado con Microsoft. En la parte final de ese fragmento, Musk expresaba su preocupación por ese ánimo de lucro de empresas asociadas con OpenAI. «Me preocupa que Microsoft tenga realmente más control del que el equipo que lidera OpenAI cree que tiene». La empresa de Redmond anunció a principios de año una inversión multimillonaria en OpenAI, y gracias a ello ha comenzado a integrar ChatGPT en Bing o en su nuevo Microsoft 365 Copilot.