Al cumplirse dos años de la actual gestión gubernamental, sus autoridades no tienen ningún logro importante que exhibir en beneficio de Santiago.
La Fuerza del Pueblo en la provincia de Santiago ve con altísima preocupación el manejo desenfocado, desordenado e improvisado que exhibe el gobierno del presidente Luis Abinader quien no cumple ni siquiera las expectativas mínimas de su compromiso de propiciar bienestar al pueblo dominicano, concentrándose en una gestión que impacta solo a los más ricos.
Por el contrario, es evidente el fracaso del gobierno en la agenda prioritaria del país ya que no ha podido contener el impacto de la inflación que se traduce en alza constante de los artículos de consumo masivo, como los alimentos, medicamentos, materiales de construcción e insumos agrícolas, afectando especialmente a los más pobres.
Para la Fuerza del Pueblo en Santiago, el gran descontento del pueblo con el gobierno de Abinader, se justifica por las medidas que ha adoptado su gestión que va en detrimento de los productores nacionales, aumentando así el desempleo y creando mayor incertidumbre en la dinámica económica del país.
“A dos años de gestión, el gobierno del PRM ha puesto sobre la mesa temas que se creían superados, tras incrementarse los apagones, combinado con la equivocada decisión de aumentar desproporcionadamente la tarifa eléctrica, lo que ha encontrado el rechazo y la irritación de todos los dominicanos”
Recordamos que el líder de la Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández, ya ha advertido al gobierno para que detenga las medidas que afectan a los productores nacionales, que se adopten mecanismos para combatir más eficazmente el aumento de canasta familiar y que dejen sin efecto los constantes incrementos de la factura eléctrica, lo que ha ocurrido sólo de forma parcial.
Acompañamos al pueblo en su preocupación al ver cómo el gobierno sigue improvisando para contener la criminalidad y la inseguridad ciudadana, sin que adopte las medidas pertinentes y sólo quedándose en anuncios rimbombantes, mientras los temores de los dominicanos siguen creciendo y nadie se siente seguro, ni en su casa, ni en las calles, ni en sus centros de trabajo.
Los males del país y la desesperanza de los dominicanos se incrementan cuando la bandera de lucha y principal promesa de este gobierno que era combatir la corrupción administrativa, se desvanece por las múltiples denuncias y escándalos que se han producido en numerosas instituciones del Estado que ha desbordado los parámetros de una gestión que debió ser transparente y donde hemos visto hasta ministros renunciando o siendo sustituidos por la fuerte presión social.
A dos años de gobierno, la administración del PRM no puede presentar obras de infraestructura importantes que hayan iniciado y que pueda ser entregada para el disfrute de los dominicanos. “Las obras viales, soluciones habitacionales, centros educativos, hospitales, acueductos, entre otras, solo se han quedado en promesas huecas y por eso el pueblo ha dejado de creer en un supuesto cambio que resultó ser un retroceso de consecuencias impredecibles para los dominicanos”
Durante la campaña electoral y desde el propio inicio de su gestión el presidente Abinader ha venido bombardeando continuamente a Santiago con promesas de inicio de obras, llegando incluso a prometer una inversión superior a los cuarenta mil millones de pesos para esta provincia.
De estas promesas de desarrollo de infraestructura, tales como la Autopista del Ambar, la Ampliación de la avenida Luperón en Gurabo, el Merca-Santiago, la Remodelación del Centro Histórico, el puente del Flumen en La Canela, la Conexión de la avenida Antonio Guzmán con la Avenida Hatuey, el acueducto de Sabana Iglesia, el puente para conectar la avenida Francia con Bella Vista, Terminación de Accesos y Marginales de Ave Circunvalación Norte, Ampliación de la carretera de Licey, Ampliación de la carretera, Avenida Perimetral, en la zona Franca, entre muchas otras, ninguna se ha iniciado y actualmente ni siquiera se habla de las mismas. Esta situación es propia de un gobierno que apenas invierte un 8% del presupuesto en gastos de capital, abandonando esta vertiente fundamental para el desarrollo de Santiago.
El gobierno se quema, reprueba todas sus asignaturas y por eso en estos momentos sus calificaciones no le alcanzan para validarse frente a los dominicanos, lo que le deja como alternativa única seguir haciendo promesas que no cumplen o tergiversando los indicadores económicos, mientras el pueblo padece la inclemencia de una gestión indolente.
“Es una pena que siendo el presidente Abinader, la vicepresidenta Raquel Peña, varios ministros, y directores generales de entidades gubernamentales, procedentes de Santiago, esta Provincia sufre los embates del hambre, la miseria, la falta de protección a sus productores, el aumento de la inseguridad ciudadana, las constantes interrupciones eléctricas y las promesas de decenas de obras que se han quedado solo en palabras o algunas con avances pírricos.