Las torrenciales lluvias registradas esta semana en Nueva Zelanda siguieron cayendo este viernes, obligando a cientos de personas a evacuar sus hogares a causa de inundaciones o deslizamientos de tierras, informa Reuters.
La ciudad de Nelson, en la costa norte de la isla Sur, es la más afectada, con más de 400 viviendas evacuadas, algunas de ellas declaradas inhabitables. El estado de emergencia fue declarado en varios distritos de la región.
Las principales carreteras de la zona se han visto erosionadas o inundadas, con cuatro rutas clave cerradas.
«El daño que he visto en Nelson fue desgarrador y creo que tomará muchos años repararlo», dijo Alec Louverdis, controlador del grupo local de Protección Civil. La alcaldesa de Nelson, Rachel Reese, calificó lo ocurrido como «una noche realmente difícil» para los residentes y coincidió en que la recuperación «llevará años, no meses». El Gobierno ya ha inyectado 200.000 de dólares en un fondo de ayuda para los distritos de Nelson, Tasman y Marlborough.
Numerosos evacuados de Nelson no saben cuándo podrán regresar a sus hogares.
«No puedo creerlo. La gente ha vivido aquí durante 80 años y nunca ha visto algo así. Somos iguales, hemos vivido en esta casa durante 22 años y nunca hemos visto deslizamientos. No sé si nuestra casa volverá a ser habitable», comentó el desastre Andrea Warn, una de las víctimas evacuadas. Tom Kennedy, que ha vivido en la ciudad durante 35 años, dijo que el daño fue «alucinante».
El servicio meteorológico MetService emitió una advertencia roja sobre nuevas lluvias torrenciales esta noche que probablemente causarán inundaciones y deslizamientos de tierra significativos. Según las mediciones, Nelson registró 172 mm de lluvia desde el martes, más del doble de su precipitación promedio en agosto.