En la República Dominicana, la comunidad del sector Los Frailes Segundo de Santo Domingo Este está sumida en el luto y la incertidumbre. Familiares y allegados del raso de la Policía Nacional, Edwin Manuel de Aza, quien falleció trágicamente la noche del domingo a causa de un disparo en la cabeza en su puesto de trabajo, claman por justicia.
La versión oficial de los hechos, que sugiere un suicidio, ha sido recibida con escepticismo y dolor por la familia del difunto. La madre y la esposa de De Aza, de 27 años, desmienten categóricamente que él se haya quitado la vida, alegando que el joven no mostró signos de depresión previos al incidente.
El llamado a las autoridades es unánime entre los dolientes: es necesaria una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias de la muerte del agente, especialmente dado que, según los familiares, De Aza no llevaba consigo un arma de fuego.
El duelo por la partida de De Aza se lleva a cabo en su hogar, ubicado en el sector Valiente de Santo Domingo Este. Sus seres queridos y amigos le darán el último adiós en el Cementerio municipal Campo Lindo, esperando que la verdad salga a la luz y la justicia prevalezca en este confuso y trágico suceso.