La sociedad dominicana lamenta profundamente el fallecimiento de Vicente Sánchez Baret, un emblemático dirigente político, fundador de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y Revolucionario Moderno (PRM), cuya vida pública estuvo marcada por la integridad, la lealtad a los valores democráticos y una incansable entrega al servicio del país.
Sánchez Baret deja tras de sí una huella imborrable en la política dominicana, siendo recordado como un hombre de principios firmes, palabra recta y trato humano, comprometido con la institucionalidad y el desarrollo nacional. Su trayectoria se caracterizó por la defensa constante de la transparencia y el trabajo digno al servicio del pueblo.
Un legado de vida y compromiso
Más allá de su carrera política, Vicente Sánchez Baret fue un referente ético y moral dentro de la vida pública dominicana. En sus propias palabras, afirmaba que “se puede ser honesto, político y moderno, y la sociedad debe entender la importancia de esto”, una frase que resume su visión de la política como instrumento de progreso y justicia social.
Durante más de cinco décadas, dedicó su esfuerzo y conocimiento al fortalecimiento del Estado dominicano y al desarrollo de su provincia natal, Sánchez Ramírez, a la que siempre consideró su “patria chica”.
Una vida en pareja y servicio compartido
En el plano personal, su vida estuvo marcada por una sólida unión junto a la doctora Yadira Henríquez, su esposa, compañera de luchas políticas y madre de sus tres hijos. Juntos conformaron una dupla comprometida con las causas sociales, dedicando años de trabajo al servicio de los más vulnerables y defendiendo los valores de justicia e igualdad.
Un símbolo de honestidad y modernidad
El legado de Vicente Sánchez Baret trasciende la política partidaria. Su nombre queda inscrito en la historia como sinónimo de honestidad, modernidad y servicio público ejemplar, valores que hoy la sociedad dominicana reconoce y honra con respeto y gratitud.