El primer paciente vivo en recibir un trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente, Rick Slayman, de 62 años, falleció, anunció el Mass General Hospital, el hospital que llevó a cabo la intervención. Aunque el hospital declaró que no tenían indicios de que su muerte estuviera relacionada con el trasplante reciente, el fallecimiento de Slayman dejó un profundo pesar.
En marzo, los cirujanos del Mass General Hospital realizaron una intervención inédita en el mundo en Slayman, quien sufría una enfermedad renal en fase terminal. Su fallecimiento es un golpe para el campo del xenotrasplante, donde los trasplantes de órganos de una especie a otra representan una esperanza para pacientes en listas de espera, como los más de 1,400 en espera de un riñón en el hospital de Boston.
El riñón de cerdo utilizado fue modificado genéticamente por la empresa eGenesis para eliminar genes nocivos y agregarle otros humanos. A pesar de sufrir diabetes tipo 2 e hipertensión, Slayman había recibido un riñón humano en 2018, pero comenzó a fallar años más tarde, lo que lo llevó a la diálisis.
La muerte de Slayman subraya la crítica escasez de órganos y las dificultades que enfrentan los pacientes en espera. Sin embargo, su valentía inspiró a muchos y destacó la necesidad de avances en xenotrasplante. Aunque su caso fue pionero, otros trasplantes similares están en marcha, como el realizado en Nueva York en Lisa Pisano, demostrando un creciente interés en esta prometedora área de la medicina.
Aunque los trasplantes de órganos de cerdo han sido intentados antes, tanto en corazones como en riñones, los resultados han sido variados. El caso de Slayman, aunque trágico, arroja luz sobre los desafíos y las esperanzas asociadas con esta tecnología en desarrollo.