Han pasado casi 40 años desde que contadas personas han podido regresar al lugar donde yace el famoso transatlántico Titanic. La empresa estadounidense OceanGate Expeditions buscaba cambiar esta situación con su sumergible llamado Titán, presentado como una herramienta ideal para realizar estudios, inspecciones, investigaciones y recopilación de datos en aguas profundas.
Sin embargo, el pasado domingo se perdió todo contacto con el sumergible durante su descenso hacia el sitio donde se encuentra el Titanic. Desde entonces, se ha desplegado una operación de búsqueda en la que participan aviones equipados con sonares y embarcaciones de Estados Unidos y Canadá.
Titán, fabricado con fibra de carbono y titanio, pesa alrededor de 10,000 kilogramos y puede sumergirse a profundidades de hasta 4,000 metros. Diseñado para llevar a cinco personas, incluyendo al piloto, de manera segura, se destaca por su uso innovador de materiales modernos que lo hacen más liviano y fácil de movilizar que otros sumergibles de inmersión profunda.
Este submarino forma parte de la clase cíclope, ya que cuenta solo con un visor al frente que permite a los ocupantes observar el fondo marino.
A pesar de las expectativas iniciales, el paradero del sumergible Titán y la posibilidad de retomar las exploraciones en el sitio del Titanic siguen siendo inciertos.