La Marina de Estados Unidos ha llevado a cabo un desarrollo que podría ser revolucionario para el mundo del buceo. Bajo el nombre de Deep Sea Expeditionary with No Decompression (DSEND), este traje liviano y flexible mantiene la presión interna del nivel del mar alrededor del usuario.
Y lo más increíble de todo es que lo hace incluso cuando el buceador está a gran profundidad bajo el agua. Un equipo que podría cambiar por completo el peligro actual en torno al buceo en aguas profundas, donde las presiones a cientos de metros de profundidad requieren un aparato complejo y costoso, normalmente de mezcla de gases en el que el nitrógeno del aire se reemplaza con diferentes mezclas de helio e hidrógeno, manteniendo el porcentaje de oxígeno dentro de concentraciones tolerables.
También existía otra alternativa, una especie de armadura de buceo, un traje de aleación de metal que mantiene al buzo bajo la presión normal del nivel del mar durante toda la inmersión. ¿El problema en este caso? Muy pesado y engorroso para el movimiento del buzo.
Es aquí donde aparece DSEND como algo verdaderamente revolucionario. Aunque está construido con un material duro, DSEND es liviano y permite nadar y caminar en el fondo con facilidad. Según Sandra Chapman, oficial de programa en la Oficina de Investigación Naval (ONR):
DSEND realmente cambia las reglas del juego porque es un entorno autónomo que mantiene constante la presión interna, mientras un buzo desciende a las profundidades con una presión externa cada vez mayor. Aumenta la seguridad de los buceadores, les permite expandir el entorno operativo y eliminaría los largos tiempos de descompresión.
No solo eso. El nuevo traje también es más fácil de poner y quitar y se puede ajustar al tamaño del buceador. Además, cuenta con articulaciones, pinzas y accesorios para manos fabricados con materiales novedosos que son fuertes, livianos y reflejan los movimientos naturales de las articulaciones humanas, lo que reduce la fatiga del buzo.
La característica estrella permite un entorno de una sola atmósfera. Equipado con un sistema de soporte vital autónomo, el traje encierra al buzo en un espacio de presión estabilizado durante toda la inmersión. El buceador puede trabajar a grandes profundidades durante muchas horas y ascender sin el prolongado proceso de descompresión.