Las estatuas Tiki representan deidades, ancestros y poderosas fuerzas de la naturaleza, que encarnan las ricas tradiciones y creencias de los pueblos indígenas. Son propias de los habitantes de las islas polinesias, un grupo de más de 1.000 islas dispersas por el centro y el sur del Océano Pacífico. El pueblo polinesio comparte una ascendencia común, con las poblaciones indígenas de islas como Hawái, Nueva Zelanda y la Isla de Pascua (Rapa Nui) entre las más conocidas. La cultura polinesia es rica en tradiciones orales, mitología y arte, y las estatuas Tiki encarnan un testimonio muy característico de esta herencia cultural.
Orígenes de las Estatuas Tiki
Los orígenes exactos de las estatuas Tiki están sujetos a debate, pero su presencia en las islas de la Polinesia se remonta a más de 1.000 años. La palabra «tiki» se deriva del idioma maorí de Nueva Zelanda, que hace referencia a una figura humana tallada. Sin embargo, podemos hallar estatuas similares en toda Polinesia, donde pueden ser conocidas por diferentes nombres, como «ki’i» en Hawái y «moái kava-kava» en Rapa Nui (estos últimos hechos de madera de toromiro). Muchos investigadores creen que las estatuas se crearon como un medio para representar y conectarse con espíritus ancestrales, dioses o guardianes. A través de las tallas, que a menudo representan figuras antropomórficas con rasgos faciales exagerados talladas en madera o piedra, el pueblo polinesio buscaba honrar a sus ancestros y deidades.
Así las cosas, estas estatuas sirven como encarnaciones físicas de las creencias espirituales su cultura. Pueden estar asociadas a conexiones ancestrales, sirviendo como un recordatorio físico de la conexión entre los vivos y los muertos. Pueden colocarse en espacios sagrados o usarse en ceremonia para honrar a los que han fallecido; como deidades y figuras mitológicas, como en la cultura hawaiana, que el dios Ku se suele representar como una figura Tiki, que simboliza la fuerza y la guerra; también como guardianes y protectores: se cree que algunas estatuas Tiki encarnan espíritus protectores, que protegen espacios sagrados, hogares o comunidades; otras representan dioses o espíritus asociados con la fertilidad, la agricultura y la abundancia y se suelen ubicar en jardines, granjas u otros lugares donde puedan asegurar una cosecha abundante o buenos resultados en general.
¿Cuántas hay?
La cantidad de estatuas Tiki en las islas polinesias es difícil de estimar, ya que muchas se han perdido o destruido con el tiempo. Sin embargo, con el resurgimiento del interés por la cultura polinesia en las últimas décadas, el arte de tallar Tiki ha experimentado un resurgimiento y a día de hoy se siguen creando nuevas estatuas.
Las tallas Tiki más famosas de la región son: las estatuas moái de la Isla de Pascua (Rapa Nui) que, aunque técnicamente no son estatuas Tiki, los moáis son estatuas de piedra colosales que comparten algunas similitudes con las tallas Tiki. Estas estatuas monolíticas fueron creadas por el pueblo Rapa Nui entre 700 y el 1600 d.C. El Parque Histórico Nacional Puʻuhonua es un sitio sagrado en la Isla Grande de Hawái que cuenta con varias estatuas Tiki de madera, o kii, que representan deidades hawaianas y espíritus guardianes. También habría que destacar la talla Tiki que se encuentra en el Museo de Nueva Zelanda Te Papa Tongarewa, que es de madera intrincadamente tallada; así como Te Āwhiorangi, una figura ancestral de la tribu Tainui que está adornada con ojos de concha pāua, lo que le da una apariencia llamativa.
También está Tiki de Hiva Oa, de las Islas Marquesas, donde hay un grupo de antiguas estatuas Tiki ubicadas en un yacimiento arqueológico llamado Puʻamau. La estatua Tiki más grande de Hiva Oa, llamada Takai’i, mide alrededor 2,5 metros de alto y es una de las estatuas Tiki mejor conservadas de la región. El Centro Cultural Tiki Village, en Moorea, Polinesia Francesa también muestra la cultura polinesia, incluidas las estatuas y tallas Tiki; aunque son creaciones modernas, representan el arte y la artesanía tradicional polinesia Tiki con gran acierto y belleza.