El uso de máquinas expendedoras computarizadas para la venta de municiones en tiendas de abarrotes está generando debate en Estados Unidos. American Rounds ha implementado estas máquinas en Alabama, Oklahoma y Texas, permitiendo a los clientes comprar balas junto con otros productos como la leche.
La empresa asegura que sus máquinas son seguras, utilizando escáneres de identificación y reconocimiento facial para verificar la edad del comprador, lo cual consideran más riguroso que las ventas en línea o en tiendas minoristas donde el control puede ser menos estricto.
A pesar de las medidas de seguridad implementadas, activistas como Nick Suplina de Everytown for Gun Safety expresan preocupaciones sobre la normalización de la venta de municiones en entornos cotidianos, especialmente en un país con altos índices de violencia armada.
La empresa defiende su enfoque como una extensión de la Segunda Enmienda de Estados Unidos y asegura que está promoviendo una tenencia responsable de armas.
Estas máquinas no son nuevas en la venta de productos restringidos por edad, habiendo precedentes en la venta automatizada de alcohol y cannabis en estados donde es legal. Aunque algunas críticas cuestionan la conveniencia y seguridad de estas máquinas en contextos comunitarios, American Rounds ha encontrado interés particular en áreas rurales donde el acceso a municiones puede ser limitado.
El debate sobre la venta de municiones a través de máquinas expendedoras continuará siendo un tema de discusión en términos de regulación, seguridad y impacto en la seguridad pública en Estados Unidos.