El pingüino de Sclater o pingüino de las Antípodas es una de las especies menos conocidas de estas aves. No ayuda mucho el hecho de que solo viven en un rincón del mundo: las islas subantárticas de Nueva Zelanda. El caso es que en 1998 un equipo de investigadores se desplazó a es islas para estudiarlos y advirtieron algo muy extraño. Las hembras de pingüino de Sclater siempre ponen dos huevos… y siempre sacrifican el primero.
Se da la circunstancia de que, además, es una de las especies que más dimorfismo presenta entre los diferentes huevos de la puesta. El segundo huevo, que nace unos cinco días después del primero, siempre es mucho más grande. En cuanto llega este segundo huevo, sus padres dejan de incubar el primero, condenando a muerte al polluelo que hay dentro. Normalmente lo que hacen es simplemente abandonar el huevo a su suerte, pero se han observado casos de hembras que lo apartan a propósito y lo sacan del nido, dejándolo rodar a su suerte. De los 113 nidos estudiados en 1998, el 80% de ellos perdía el primer huevo en cuanto nacía el segundo. En el 20% de nidos, el primer huevo desaparecía al cabo de una semana como mucho.
Los investigadores llegaron al extremo de poner anillos de piedras alrededor de algunos nidos para evitar que los huevos rodasen fuera de los nidos, En estos casos los primeros huevos aparecían rotos o desaparecían por completo.
Un estudio recién publicado en Plos One ahonda en las causas de este misterioso comportamiento. En un principio, los investigadores pensaron que los pingüinos desechaban el primer huevo por accidente durante el apareamiento, pero la extensión del comportamiento no concuerda. Una segunda hipótesis era que el primer huevo fuera un seguro en caso de que el segundo se perdiera, pero eso tampoco tiene sentido en una especie que lleva miles de años poniendo dos huevos.
Finalmente, la causa no es otra que el alimento. Los pingüinos tienen más problemas en encontrar el krill y los pequeños pececillos que les sirven de alimento. Cuando la comida escasea, desechan uno de los huevos para que el otro tenga más oportunidades de sobrevivir, y siempre se quedan con el más grande.
En cuanto a la razón de por qué el segundo es más grande que el primero, es la migración. Los pingüinos de Sclater se trasladan de colonia cuando llega la época de apareamiento y cuando ponen el primer huevo están exhaustoa del viaje y el apareamiento. Para cuando ponen el segundo ya llevan unos días descansando en el nido. Los primogénitos de esta especie tienen una proverbial mala suerte.