Afirma que su esposo es una buena persona y que si la arquitecta se hubiese parado, otro sería el resultado
La esposa del cabo de la Policía Nacional Jandi Disla Batista, quien mató a la arquitecta Leslie Rosado de un tiro en la cabeza, luego de que ésta alegadamente lo chocara con su vehículo cuando se desplazaba en un motor con su familia y se diera a la fuga, defendió a su cónyuge y dijo que su actuación fue producto de la “fuerte impotencia” que sufrió al ver a su familia tirada en el pavimento.
Santa de Jesús Ramírez señaló que entiende que las cosas no debieron llegar hasta ahí (la muerte de la arquitecta), y que lamenta el dolor de los familiares de la víctima.
“Fue un momento muy difícil el que nosotros vivimos esa noche, se habla muchas cosas feas de mi esposo, pero nada de eso es cierto, yo comparto mucho el dolor de esa familia, porque eso no debió de llegar hasta ahí, pero al vernos a nosotros tirados en medio de la calle, de la pista, su niño de nueve meses y el dos años y yo embarazada, fue una impotencia demasiado fuerte, bastante”, narró.
También estimó que, si la hoy occisa los hubiese socorrido en la vía, luego de haberlos arrollado, quizás las cosas no hubieran terminado de esa manera.
De Jesús Ramírez tiene 38 años, tiene dos hijos con el cabo Jandi Disla Batista y tiene tres meses de embarazo, asegura que su esposo no es mala persona y que las cosas no son como se dicen.
“Mi esposo no es ningún delincuente ni es lo que están diciendo y especulando todas las personas, yo sé que eso no debió llegar hasta ese punto, pero yo quiero que, por favor, no se hablen tantas cosas feas de él, porque él no es esa persona que están diciendo”, dijo.
Agregó que su cónyuge es una persona muy respetada y muy delicada, a la cual no abandonará ahora.
“Y yo me siento orgullosa de que él sea mi esposo y voy a llegar hasta el final con él, hasta el fin yo voy a llegar con él y creo en él y lo voy a defender hasta el fin, él no es esa persona de la que están hablando; sé que se llegó a un extremo donde nunca se debió llegar”, expresó de forma llorosa y desesperada.
La mujer cuestionó las críticas que recibe su esposo y su familia, en las cuales ponen en duda que el accidente haya ocurrido y señaló que sí sufrió lesiones, aunque no perdió su embarazo.
¿Por qué dicen que yo no me hice nada? Yo tengo tres meses de embarazo, yo me guayé acá (muestra parte de un brazo), por defender al niño me guayé, tengo un golpe por aquí también, por la pierna, de este lado me duele muchísimo, está bien, no perdí la barriga, pero qué querían que yo perdiera la barriga o que mis niños se hubiesen muerto”, reflexionó.
Los certificados médicos de los niños, emitidos por un centro de salud de Boca Chica, indicaron que éstos no sufrieron lesiones ni traumas. Tienen fecha del día 3 de octubre. El accidente ocurrió la noche del día anterior.
Dijo que las cosas pudieron ser peor para todos. “Imagínate, en ese instante, donde estábamos tirados en la calle nos hubiese pasado otro carro por arriba, nos hubiésemos muertos, entonces la desgracia iba a ser peor, yo comparto su dolor, eso no debió llegar hasta ahí, pero se está hablando demasiadas cosas que no son”, señaló.
Manifestó que en la vida ocurren todo tipo de cosas, “pasan cosas buenas y cosas malas”.
La mujer habló desde el frente de una humilde vivienda, en la que se presume reside con sus hijos y esposo, ahora preso y pendiente de que le conozcan medida de coerción.
El hecho ocurrió en Boca Chica la noche del sábado. Luego de ser impactado, el agente, según su testimonio, tomó otro motor y persiguió a la arquitecta, que se desplazaba en una yipeta Mercedes Benz blanca con su hija. Se dice que también estaba embarazada. FUENTE DIARIO LIBRE