Las peligrosas mareas mediterráneas de los Bancos de Skerki hicieron naufragar desde los albores de la navegación innumerables embarcaciones que una coalición internacional de ocho países mediterráneos, incluido España, ha explorado por primera vez, en una inédita misión internacional de la Unesco que este sábado desembarcó en el puerto tunecino de Bizerta.
Catorce exitosos días durante los que expertos de España, Croacia, Francia, Italia, Túnez, Marruecos, Argelia y Egipto han grabado y fotografiado pecios desde la época romana hasta la Segunda Guerra Mundial constatando la existencia de un cementerio subacuático, cuya retrospectiva lo convierte en el más emblemático del mundo.
«Los Bancos de Skerki son una zona conocida por grandes corrientes y la presencia de rocas a muy escasa superficie que a lo largo del tiempo han hecho muy complicada la navegación y han producido toda una serie de naufragios», explicó a Efe la arqueóloga Marta Arcos, una de los tres integrantes españoles de un equipo internacional de 25 expertos y la tripulación.
La misión, la primera coordinada por la Unesco desde la firma en 2001 de la Convención de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, confirma que los Bancos de Skerki es el área más importante en todo el mundo, en palabras hoy de la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay.
El buque de investigación partió de Francia el pasado 21 agosto equipado con dos ROV (vehículos submarinos teleoperados) y drones de alta mar capaces de llegar a zonas antes inaccesibles para buceadores, que han permitido bajar a más de 800 metros de profundidad.
En una primera etapa, en la que participó la arqueóloga española subacuática Rocío Castillo Belinchón, se revisaron pecios hallados desde los años ochenta por las expediciones estadounidenses de Margarita Mcein y Robert Ballard en el Canal de Sicilia, «que siguen en buen estado de conversación treinta años después».
La ruta continuó por un área inexplorada y esta primera cartografía en profundidad ha podido documentar en alta resolución restos de la época romana y un trazar una historia remota de una navegación en alta mar, pese a que hasta ahora se pensaba que solo era de cabotaje, de puerto en puerto, explicaron las científicas de la evaluación preliminar.
«Esta gran expedición pasará a la historia porque es la primera y en ella nos encontramos, lo que va a determinar es cómo actuar en el futuro en esa zona, y por supuesto en el resto (del Mediterráneo), pero aquí hay que actuar», resume a Efe Andrés Perelló, de Casa Mediterráneo, institución representante, y que ya planea un próximo encuentro con embajadores mediterráneos en la UNESCO para definir el futuro de este patrimonio subacuático.
La misión atracó hoy en el puerto tunecino pero continuará navegando hasta desentrañar la ingente documentación gráfica que han obtenido y que permitirá afinar en las siguientes fases de este proyecto de largo recorrido.
La unión del patrimonio cultural con el natural, por el paisaje único de arrecifes que estos pecios históricos han posibilitado, será también un valor añadido para la continuidad de esta investigación multilateral que se desarrolla en aguas internacionales, y en las plataformas continentales de Italia y Túnez.
«Es un hito haber podido unir bajo un objetivo común a ocho países del Mediterráneo para investigar y proteger el patrimonio cultural subacuático», valoró Arco.