Las entradas para el Super Bowl LIX, que se celebrará el 9 de febrero de 2025 en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, están registrando precios elevados en el mercado de reventa. Según el portal Ticketmaster, las entradas más económicas se ofrecen por alrededor de $4,300 dólares, cifra que asciende a aproximadamente $5,450 dólares tras sumar comisiones e impuestos. Por otro lado, en StubHub, los boletos más costosos alcanzan los $43,312 dólares, ubicados en la fila 2 de la sección 142, cerca del campo y detrás del banquillo de los Philadelphia Eagles.
En promedio, el precio de las entradas ronda los $8,076 dólares, una ligera disminución en comparación con el Super Bowl LVIII del año anterior, donde el promedio superaba los $9,000 dólares a diez días del evento.
Estos precios reflejan la dinámica de oferta y demanda característica del mercado secundario, con fluctuaciones habituales a medida que se aproxima a la fecha del partido. Además, la demanda ha sido notablemente alta; Según Adam Budelli, portavoz de StubHub, el ritmo de venta de entradas duplica al del Super Bowl de hace dos años entre los mismos equipos.
Históricamente, los precios de las entradas para el Super Bowl han experimentado incrementos significativos. En 1967, el costo promedio era de $12 dólares (equivalente a más de $100 dólares actuales ajustados por inflación). En 1984, alcanzaron los $60 dólares (aproximadamente $175 dólares hoy en día), y en 2003 superaron los $400 dólares (unos $675 dólares actuales). La tendencia alza se ha mantenido, con el año pasado estableciendo un récord con entradas cercanas a los $10,000 dólares.
El Super Bowl LIX enfrentará a los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles en una final muy esperada. Los Chiefs buscan su tercer título consecutivo, un hito sin precedentes en la NFL, mientras que los Eagles intentarán vengar su derrota de hace dos años, cuando cayeron 38-35 ante Kansas City