Con un contexto laboral sacudido por La gran renuncia, los despidos masivos, y con las empresas haciendo encaje de bolillos para mejorar la productividad migrando hacia modelos de trabajo híbridos, quién iba a pensar que ofrecer un salario justo y unas condiciones laborales dignas iba a ser la solución.
Estrategia “Good Jobs”: la teoría de una profesora que aplican las grandes empresas. Zeynep Ton es profesora en la Sloan School of Management del MIT y autora del libro The Good Jobs Strategy. En él se desgranan los detalles de un modelo empresarial basado en la inversión en la formación y estabilidad laboral de las plantillas para mejorar la competitividad y la productividad de las empresas que ya se está poniendo en práctica grandes empresas como Costco o la cadena hotelera Four Seasons.
Salir del círculo vicioso. Las renuncias silenciosas, y recortes salariales se han convertido en el día a día de la realidad empresarial pero, según la ideóloga de la Good Jobs Strategy, no es el único camino para mejorar la productividad: el primer paso es romper el círculo vicioso de la precariedad. “Los bajos salarios impulsan la rotación de empleados, lo que se traduce en una ejecución operativa deficiente, una baja productividad y un servicio deficiente. Todo esto erosiona la satisfacción del cliente, las ventas y los beneficios. El bajo rendimiento hace que sea más difícil invertir en personas y el ciclo continúa”.
Enfocar y simplificar. Adoptar la filosofía de Good Jobs no solo implica pagar más a los empleados por hacer el trabajo como lo han hecho siempre, sino que implica cambios más profundos en las políticas de empresa para hacerla más eficiente. El primero de ellos es enfocar la fortaleza de la empresa y simplificar el proceso al ofrecer ese servicio.
La cadena de hamburgueserías In-N-Out Burger ya aplica la estrategia de los Good Jobs, y una de sus primeras medidas ha sido reducir su menú para ofrecer la mejor calidad en cada una de las hamburguesas que sirve. Por su parte, la cadena de supermercados Costco, que también se ha sumado a esta teoría, ha reducido las variedades de algunos de sus productos para ofrecer dos o tres de cada uno, pero de la mejor calidad y al mejor precio posible. Esto permite a los empleados enfocarse solo en esos productos reduciendo el esfuerzo operativo de mantener un gran catálogo de productos menos interesantes en las estanterías.
Empoderar a los empleados. Otro de los pilares sobre los que se asienta esta teoría es la formación de los empleados y su empoderamiento para tomar decisiones de forma proactiva con el fin de mejorar la atención al cliente y aumentan los beneficios.
Este empoderamiento de las plantillas se ve fomentado por el fenómeno del reclutamiento inverso y políticas de retención del talento más eficientes en las que se incluyen directamente mejoras salariales como las que indicaba el presidente Biden con su ya famosa reprimenda a los empresarios norteamericanos con aquel “Pay them more”.
Con mejores condiciones laborales, los empleados se centran en el aprendizaje de nuevas habilidades y en mejorar sus funciones y toman la iniciativa para modificar aquellos procesos que mejoran la productividad de la empresa generando mayor valor añadido. “Costco paga a sus empleados casi 10 dólares más por hora que el resto de minoristas. Casi todos los gerentes de tienda vienen de ascensos desde puestos internos y el 60% de los empleados llevan más de cinco años en la compañía”.
La grandes empresas juegan con ventaja, pero tampoco tanta. Tradicionalmente las grandes empresas, con un mayor músculo financiero, son las que más margen han tenido para invertir en sus plantillas, ofreciendo mejores condiciones laborales y salariales.
Sin embargo, el actual contexto de despidos masivos y escasez de trabajadores cualificados hace que las oportunidades se igualen y empresas de menor tamaño también puedan empezar a plantearse aplicar este tipo de estrategias para mejorar su productividad accediendo incluso a subvenciones estatales.
Hacerlo bien no está al alcance de cualquiera. Si tantos beneficios aporta, ¿por qué se imponen las políticas de recorte en empresas de la talla de Google? No debemos olvidar que esta no deja de ser una estrategia todavía muy minoritaria que depende mucho de factores económicos globales como la congelación salarial que están aplicando Microsoft en un contexto de economía inflacionista como el actual.
Los recortes y la precarización de plantillas como la que ha protagonizado Twitterrecientemente son medidas que funcionan para equilibrar los balances a corto plazo, mientras que la estrategia planteada desde el Instituto Good Jobs implica cambios estructurales que no todas las empresas pueden asumir por ser a medio o largo plazo.