El caso de la azafata de Aerolíneas Argentinas, vinculada a un triángulo amoroso que hizo demorar un avión comercial por una amenaza de bomba, recuerda otro caso escandaloso de tres amantes pero a nivel espacial, con la NASA de por medio.
Romance secreto, una amistad en la NASA que los convierte en amantes, viajes espaciales, un triángulo amoroso, mails ocultos y luego descubiertos, una carrera contra el tiempo para consumar una venganza, una peluca, una cuchilla, gas pimienta y el intento de secuestro y posible asesinato son los condimentos de un thriller cinematográfico que sucedió en la vida real y luego se plasmó en una película de Hollywood.
El caso tomó conocimiento público en 2007, cuando la astronauta Lisa Marie Nowak, de 44 años fue detenida por la policía de Orlando, acusada de intentar secuestrar y asesinar a la ingeniera militar de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Colleen Shipman, de 29 años, quien era la nueva novia de su amante secreto, el también astronauta de la NASA, William Oefelein de 41 años.
Este triángulo amoroso, que estuvo a punto de convertirse en un crimen, expuso por primera vez a dos astronautas en las noticias por algo que no fueran los viajes espaciales y puso en estudio la manera en que la NASA peritaba psicológicamente a su personal.
La planilla laboral de Lisa en la NASA era impecable. Se unió a la Agencia Espacial Estadounidense en agosto de 1996 y fue calificada como especialista de misión en áreas de robótica, control y comunicaciones de vuelos tripulados.
Participó en el vuelo del transbordador espacial Discovery STS-121, lanzado el 4 de julio de 2006 con destino la Estación Espacial Internacional, y completó 12 días, 18 horas y 36 minutos de vuelo orbital. Madre de tres hijos y casada con su esposo Richard T. Nowak, de South Burlington, Vermont, Nowak tenía todas las condiciones para ser un ejemplo de trabajo, dedicación y éxito.
Pero la historia del triángulo amoroso comenzó tres años antes de su detención. La versión oficial dice que la relación amorosa entre los astronautas de la NASA comenzó después del divorcio de Oefelein, pero durante el matrimonio de Nowak.
El amorío nació en el invierno de 2004, cuando Lisa Nowak y “Bill” Oefelein compartieron un entrenamiento para astronautas en un viaje a Canadá. El hombre y la mujer de la NASA, que no realizaron nunca misiones espaciales juntos, comenzaron una relación clandestina, debido a que ella estaba casada y por una política laboral de la agencia espacial, que impedía cualquier vínculo fuera de lo profesional entre sus astronautas.
Según contó Nowak años más tarde ante un tribunal judicial durante el proceso legal que la tuvo como protagonista, la relación amorosa duró aproximadamente dos años y se debilitó en el 2006. Cuando la astronauta volvió del espacio en julio de ese año decidió apurar los trámites del divorcio de su marido -luego de 19 años de matrimonio- para pasar el resto de su vida con Oefelein. Pero recibió la mayor decepción de su vida. Bill le dijo que tenía un nuevo amor y que había comenzado una nueva relación con Colleen Shipman, una ingeniera y capitana de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos.
Nowak se sumió en una profunda depresión y comenzó a trazar un plan de venganza contra su ahora ex amante. Recordaba que todavía poseía su clave de correo electrónico, por lo que ingresó al mail del astronauta y comenzó a descubrir los detalles del engaño a la que fue sometida por Bill y su nueva novia Collen. “Mucho amor en tu camino… y besos y un gran abrazo gigante con mis piernas alrededor de ti”, decía un email de la capitana de la Fuerza Aérea al piloto del transbordador espacial el 8 de enero. Oefelein le respondió: “Realmente debes tenerme alrededor de tu dedo que ni siquiera puedo funcionar sin ti aquí, y contigo aquí, soy un poco más inteligente que una babosa”.
En tanto, Owfelein logró viajar al espacio en diciembre de 2006 a bordo también del transbordador de la NASA Discovery. El día del despegue, su nueva novia lo despidió al pie del sitio de lanzamiento, en Cabo Cañaveral.
El día antes de que su nuevo novio aborde la nave espacial le preguntó: ”Escuchame, ¿no va a aparecer alguna loca en mi casa tratando de matarme, no?”. A lo que él contestó apresuradamente: “No, no tenés nada de qué preocuparte”.
Pero Nowak, que tenía copias impresas de ese intercambio amoroso por correo electrónico cuando fue arrestada casi un mes más tarde, planificó con detalle su plan vengativo. Shipman vivía en Florida, mientras que Oefelein y Nowak, en Houston. En otro correo electrónico, ambos novios planificaron verse el primer fin de semana de febrero de 2006. Shipman viajaría de Orlando a Houston para pasar un par de días juntos.
Con los mail en la mano y la información del vuelo de regreso de Shipman de Houston a Orlando, la astronauta partió de la ciudad texana en auto apenas horas antes de que despegara el avión de la novia de su ex. Fue entonces que recorrió 1500 kilómetros sin parar. El detalle escabroso afirma, según los investigadores, que tenía puestos pañales para no hacer parada alguna y llegar a interceptarla antes de que Shipman deje el aeropuerto a su arribo a Florida.
Nowak llegó al Aeropuerto Internacional de Orlando dos horas antes de la llegada de su víctima, cuyo avión aterrizaría a la 1 a.m. del lunes 5 de febrero. Vestida con una peluca negra -ella era castaña- y un abrigo que le cubría todo el cuerpo, Nowak esperó pacientemente la salida de la amante de su ex hasta que estuvo sola en el estacionamiento del aeropuerto.
Mientras esperaba, revisaba en su bolso que no faltara nada: una pistola de aire comprimido, una cuchilla, un martillo, tubos de plástico, guantes de látex y un aerosol de gas pimienta, entre otras cosas.
Según la declaración de Shipman, ella sintió que una mujer caminaba detrás de ella al momento de arribar a su auto estacionado. Pero cuando ingresó al mismo, notó que Nowak, intentó abrir la puerta del auto, fingió estar desesperada porque su novio no la había ido a buscar al aeropuerto y le preguntó a Shipman si podría llevarla.
Shipman, visiblemente asustada, al principio se negó. Pero al ver a Nowak llorando y parada fuera de su coche, bajó la ventanilla para ayudarla. En ese momento, Nowak aprovechó para rociar con gas pimienta el rostro de Shipman y tirarse sobre ella. En medio del forcejeo y con la vista afectada por el gas pimienta, Shipman pudo acelerar su auto hasta un lugar donde pudo pedir ayuda a un policía aeroportuario. En seguida, se montó un operativo para detener a Nowak en las inmediaciones del aeropuerto. La policía logró capturar a la astronauta, junto en el momento en que estaba arrojando a la basura sus armas, peluca y el abrigo que llevaba puesto.
El 7 de febrero de 2007 Lisa Nowak fue detenida y acusada de intento de secuestro y asesinato. Conocido el caso, la NASA decidió suspenderla y un mes más tarde de su detención, despedirla, por lo que la ex astronauta debió regresar a la Armada con su cargo actual de oficial de marina mientras enfrentaba el proceso judicial. Finalmente, fue dada de baja por las Fuerzas Armadas por su “conducta poco honorable”.
Durante el juicio, no se pudo probar fehacientemente que Nowak quiso secuestrar y matar a Shipman. La acusada planteó que solo quería increparla y asustarla, pese a que la Fiscalía de Orlando aseguró que Nowak, armada con una pistola y un cuchillo, había viajado 1.500 kilómetros desde Houston (Texas) hasta el aeropuerto internacional de esa ciudad de Florida para secuestrar a Shipman y, posiblemente, asesinarla.
En noviembre de 2009, Nowak se declaró culpable de robo con allanamiento de vehículo de tercer grado y delito menor de agresión.Pero no de secuestro y asesinato. El juez del Condado de Orange, Marc Lube, basándose en la falta de antecedentes penales de la astronauta, la condenó a un año de libertad condicional y a pagar una fianza de 25.500 dólares.
Además del año condicional, Nowak debió hacer 50 horas de servicio comunitario y permanecer con una tobillera electrónica para no acercarse a Shipman. Inclusive, debió escribir una carta a la mujer que había agredido, pidiéndole disculpas.
Más tarde, la vocera de la NASA, Shana Dale, explicó en una conferencia de prensa que la agencia espacial revisaría los criterios de selección de los astronautas para actualizar con más regularidad la evaluación de su persona. Finalmente, se decidió que los tests psicológicos en la agencia se iban realizan anualmente. Además, los psicólogos que estudiaron el caso Nowak hablaron de “factores estresantes” que impulsaron el accionar la astronauta.
“Ella tuvo que ser una supermamá cuidando a sus tres niños al mismo tiempo que preparaba una misión espacial muy a la vista del público, algo que debió ser extraordinariamente estresante”, señaló al medio estadounidense ABC News Paul Siegel, psicólogo y profesor de la Universidad Estatal de Nueva York.
El escandaloso llegó a Hollywood en el año 2019 con la película Lucy in the Sky, protagonizada por la famosa actriz Natalie Portman que interpreta a una astronauta que tras regresar del espacio comienza una relación extramatrimonial y luego se sume en la depresión cuando su amante la deja por otra mujer.
En la vida real, mientras Nowak, hoy de 60 años, desapareció de la vida pública, Shipman, y Oefelein, abandonaron en 2008 sus respectivos trabajos y se fueron a vivir juntos a la ciudad de Anchorage, en Alaska.
Se casaron en 2010, y tienen un hijo en común. Ambos fundaron el sitio de Internet Adventure Write dedicado a gestión literaria y servicios educativos. Bill se presenta como astronauta y Colleen como escritora de novelas para adolescentes/jóvenes adultos bajo el seudónimo de CM McCoy. Sin dudas, una historia de novela que espera la autobiografía de sus protagonistas.