El panorama del streaming lleva anunciándolo, cada plataforma a su manera, de muy distintas formas: las cosas no van del todo bien. Ahora que prácticamente todas han hecho públicos sus resultados, podemos hacer un balance global, y los datos no son precisamente halagüeños. Salvo Netflix, la práctica totalidad de las plataformas han experimentado pérdidas. Y cada una está reaccionando como puede, intentando capear un temporal que, los números hablan, está aquí.
Netflix, la reina del baile. Lo cierto es que las cosas no han ido mal en términos globales para Netflix. La plataforma no anuncia sus beneficios, pero en datos provistos por Refinitiv de los que se hace eco ‘Variety’, Wall Street preveía un beneficio por acción (BPA) de 2’86 dólares con unos ingresos de 8.200 millones de dólares. Finalmente, obtuvo un beneficio por acción muy similar, de 2’88 dólares (1.300 millones de ingresos netos), alcanzando las previsiones. Según estos números que maneja ‘Variety’, Netflix ha tenido ingresos de 8.200 millones de dólares y pérdidas de 6.400 millones, lo que da un balance de 1.700 millones en positivo. No es espectacular… pero es la única.
Pérdida de suscriptores. Por supuesto, eso no quiere decir que a Netflix le vaya de perlas. Hay una auténtica sangría de suscriptores (un millón solo en España, según los últimos cálculos) que posiblemente se vean incrementados de cara al próximo trimestre, cuando la prohibición de compartir cuentas se extienda a todo el mundo. Y aunque seguiremos sin tener cifras oficiales, en su informe del primer cuatrimestre, Netflix ya asume que se avecinan meses de pérdida de clientes. Por eso está poniendo en marcha nuevas políticas para las series (aunque en algunos casos no le está yendo demasiado bien).
Las grandes aguantan. Disney y Warner informaron en sus informes del primer trimestre de sus respectivos balances, estos sí, mucho más ajustados. Disney ha tenido 5.500 millones de dólares de ganancias y 6.200 millones de pérdidas, lo que arroja apenas 659 millones de pérdidas. Warner, por su parte, ha tenido 2.500 millones de ganancias y 2.400 de pérdidas, lo que les deja con unas ganancias ínfimas de apenas 100 millones de dólares. No es demasiado, pero la progresión es positiva y anunciaron beneficios más claros para 2023, lo que disparó su cotización en bolsa.
Algunas soluciones. Tanto Disney como Warner tienen claro que hay que recortar: Warner lleva un tiempo masacrando su catálogo, cancelando películas acabadas y deshaciéndose de series emblemáticas para suavizar la cuenta de gastos. Lo último: aglutinar todo su contenido en una sola plataforma, Max (aunque el resto siguen coleando). Disney, por su parte, está viviendo una sangría de suscriptores en países como India y ha optado por una política similar: unificar servicios y cancelar series. Y rezar para que en el segundo trimestre el balance salga positivo.
Los pequeños son los que sufren. Quienes han salido realmente malparados de este balance han sido las plataformas más pequeñas. Son las que han experimentado pérdidas más graves en términos tanto absolutos como relativos: NBC Universal ha tenido pérdidas de 1.400 millones de dólares frente a solo 685 millones de beneficio, es decir, 704 millones de déficit. En cuanto a Paramount+, 1.500 millones de dólares de beneficio frente a 2.000 de pérdidas: saldo negativo de 511 millones.
There will be blood. Las consecuencias fueron que Paramount cayó un 30% en bolsa. Comcast, dueños de Universal, no tuvieron esa mala suerte porque, tal y como anunciaron, el negocio de banda ancha que proporciona en Estados Unidos fue muy bien. Paramount+ y Peacock viven ahora en una especie de condena anunciada: son dos plataformas que generan mucho gasto (su producción propia es muy abundante y rivaliza en presupuestos con las de competidoras más saneadas), pero es vox populi que las posibilidades de que veamos caer a alguna de ellas durante 2023 (o al menos, fusionarse con otras) son elevadas.
Amazon bien, como siempre. Falta un actor en este panorama, y bien importante: Amazon, cuyas cifras para Prime Video son una incógnita, ya que las anuncia siempre vinculadas a su servicio Prime: aunque potencialmente todos los usuarios de su tarifa Prime sean espectadores de la plataforma, es obvio que no todos lo son de verdad. Tampoco está siendo el mejor año para ellos: su carísima ‘Citadel’ no ha sido excepcionalmente bien recibida por crítica y público y forma parte de un ambicioso plan de spin-offs internacionales que no está claro que vayan a ser un éxito. Aunque posiblemente nunca lleguemos a enterarnos de su calado auténtico: otra incógnita más en la industria más opaca del mundo.