La hostelería ha evolucionado de la simple necesidad de alimentarse, a ser una forma de representación artística en la que la comida queda relegada a un papel casi secundario como hilo conductor para contar una historia. Cada noche, 12 comensales viven una experiencia exclusiva que conecta la tecnología con los sabores y los olores de las elaboraciones de un chef con dos estrellas Michelin a razón de 1.650 euros por comensal.
Un espectáculo con platos de por medio. Esa sería la definición más cercana a lo que ofrece una cena en el espacio Sublimotion. Y hablamos de espacio porque la sala en la que se produce la magia no encaja con el esquema convencional de un restaurante con mesas independientes. Se trata de una gran mesa común en la que 12 comensales comparten una experiencia inmersiva rodeados por pantallas LED, música en vivo, efectos de luz y sonido…y comida. Claro. “Nos sentamos a comer unas 75.000 veces en nuestra vida, y nunca nos aburrimos. Eso es mágico” afirma Roncero.
Además de cocineros y ayudantes de cocina, Paco Roncero y Eduardo Gonzáles han colado entre sus fogones a figuras como el ilusionista Jorge Blass, el artista urbano Antonyo Marest, el compositor Lucas Vidal o el diseñador Roberto Diz. Una suerte de Circo del Sol culinario que han creado un espectáculo de tres horas inalcanzable para la mayoría de los bolsillos.
Platos que bajan del techo, pantallas LED y realidad virtual. Más allá de su precio, el formato que propone Paco Roncero en su performancesorprende por el uso de la tecnología para conseguir una experiencia inmersiva para los comensales. La cena discurre en varios espacios en los que tanto paredes, suelos e incluso la propia mesa están formados por pantallas modulares tipo The Wall.
En ellas se proyectan imágenes que permiten cambiar el escenario que sirve de marco para la temática. Fondos marinos con los platos de pescado que se sirven en peceras que descienden del techo de la sala; extensas llanuras de Arkansas con los segundos, o la diversión de una disco de los 80 para los postres.
Para uno de los escenarios, el chef español reconocido con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol, incluso ha optado por utilizar realidad virtual. Los invitados presencian como un “metachef” les prepara un Chupachups de melón en el metaverso pero, cuando termina, lo pueden degustar en la vida real.
Diez años en Ibiza, pero a veces se va de vacaciones. Para degustar el menú mas caro del mundo no tendrás que sentarte en la terraza del paseo marítimo de ninguna ciudad costera con aspecto de guiri, pero sí coger un vuelo a una de las islas más cotizadas del verano: Ibiza. Allí, casi oculto en la trastienda del Hard Rock Hotel Ibiza se reúnen cada noche los doce afortunados comensales. El enclave elegido no puede ser más apropiado, sobre todo en los meses de verano, donde la isla nunca duerme y se convierte en parada obligada para los millonarios de todo el mundo, que compiten por ver quién tiene el superyate más lujoso.
Sin embargo, Paco Roncero y Eduardo Gonzáles han conseguido que su espectáculo no vaya ligado a un espacio físico fijo, por lo que de tanto en tanto hacen las maletas y siguen a sus clientes millonarios hasta donde se encuentren, con destinos como Dubái. Entre noviembre de 2021 y febrero de 2022, Sublimotion salió de su enclave habitual de Ibiza para instalarse en uno de los hoteles más lujosos de Dubái.
Como experiencia vale, pero a qué precio. La experiencia de disfrutar de un espectáculo exclusivo tiene un precio y este se fija orientado a un público muy específico para el que, tal vez, la gastronomía no es prioritaria.
No obstante, tal y como señala nuestro compañero Jaime de las Heras en Directo al paladar “No diremos que para todos los días, pero en España tenemos la suerte de tener algunos de los restaurantes Michelin más baratos de Europa” y es posible disfrutar de unas elaboraciones exquisitas en restaurantes con estrella Michelin por menos de 50 euros. Tal vez no tan efectistas como Sublimotion, pero con un menú mucho más asequible.