El mandatario ecuatoriano, Guillermo Lasso, superó el martes 28 de junio la votación en la Asamblea Nacional, el Parlamento de su país, para apartarlo del cargo. La oposición intentó destituirlo luego de que el presidente ratificara que su Gobierno no negociará más con el líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza, para poner fin a más de dos semanas de convulsas protestas, que dejan al menos ocho personas muertas.
Por solo 12 votos, el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, se libró de ser destituido. Los legisladores de la oposición no lograron sumar los 92 sufragios necesarios para sacar del Ejecutivo al líder conservador, a quien acusan de la grave conmoción que sacude al país.
80 de los 137 diputados que conforman el Legislativo unicameral se pronunciaron a favor de derrocar al mandatario, mientras que 48 votaron en contra y nueve se abstuvieron.
“Defendimos la democracia y ahora debemos recuperar la paz. Pese a los intentos golpistas, hoy prevaleció la institucionalidad del país. Queda en evidencia quiénes trabajan para las mafias políticas. Mientras tanto, nosotros seguimos trabajando por el Ecuador”, publicó el mandatario en su cuenta de Twitter, tras conocer la decisión.
Defendimos la democracia y ahora debemos recuperar la paz. Pese a los intentos golpistas, hoy prevaleció la institucionalidad del país. Queda en evidencia quiénes trabajan para las mafias políticas. Mientras tanto, nosotros seguimos trabajando por el Ecuador.
Guillermo Lasso
Lasso acusó al llamado “correísmo” de estar detrás de su intento de destitución e intentar “asaltar” la democracia. El partido opositor Unión por la Esperanza, vinculado con el expresidente Rafael Correa, impulsó la iniciativa que la Asamblea Nacional tramitó desde el pasado viernes 24 de junio.
El proceso legislativo para intentar expulsar a Lasso de la Presidencia se produjo bajo la causal de “grave crisis política y conmoción interna”, en medio de la huelga convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y las convulsas protestas que la rodean.
Desde el pasado 13 de junio, los manifestantes, en su mayoría indígenas, han estado marchando para rechazar los altos precios del combustible y de los alimentos.
Continúan las protestas y los diálogos se estancan
Lasso continúa en el cargo, pero la crisis que lo ha puesto contra las cuerdas continúa.
En un discurso desde el Palacio de Carondelet el martes 28 de junio, el gobernante del país aseguró que el asesinato de un soldado en medio de las violentas protestas llevan a su Gobierno a suspender las conversaciones con los indígenas.
Además, el jefe de Estado insiste en que no negociará más con el máximo líder de la Conaie, Leonidas Iza, para poner fin a más de dos semanas de movilizaciones.
“No volveremos a dialogar con Leonidas Iza, quien solo defiende sus intereses políticos y no los de su base”, dijo Lasso en referencia al líder indígena, quien el martes justo antes de la votación en la Asamblea le pidió al líder del Gobierno ecuatoriano volver a la mesa de diálogo para encontrar soluciones a las demandas de la comunidad aborigen.
Lasso resalta que su Administración ya ha hecho concesiones significativas a los manifestantes, tras aceptar un recorte en el precio de la gasolina, la condonación de la deuda y subsidios para fertilizantes, entre otras demandas.
Sin embargo, Iza asegura que la disminución de precios no fue suficiente y el presidente afirma que su Gobierno está abierto a las conversaciones, pero sin el líder de Conaie.
El país no puede dialogar con quienes lo tienen como «rehén», dijo Lasso. “Solo cuando haya representantes legítimos de todos los pueblos y etnias del Ecuador, que busquen soluciones reales y que estén abiertos a un diálogo real y franco, volveremos a la mesa de negociación”, puntualizó el jefe de Estado.
Pero con ninguna de las partes dispuesta a ceder en quién debe estar presente en los diálogos, no se vislumbra una solución próxima.
“Señor presidente, nunca hemos condicionado quién puede venir a dialogar y quién no”, dijo Iza tras ratificar que permanecerá en el lugar de las conversaciones hasta que lleguen los representantes del Gobierno.
Entretanto, más de dos semanas de crisis dejan al menos ocho personas muertas, incluido un militar, además de bloqueos de carreteras, desabastecimiento de alimentos y medicinas y una reducción drástica en la producción de petróleo.
La producción del crudo ecuatoriano ha caído en 1,8 millones de barriles durante las protestas, según datos del Ministerio de Energía, pues los bloqueos han impedido el transporte de suministros para esta labor.