NUEVA YORK.- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este martes con una subida del 2,06 %, hasta los 85,35 dólares el barril, a la espera de la reunión de los países productores de la OPEP y sus aliados, en la que se espera que se anuncie un recorte importante del bombeo de crudo.
Los precios del crudo estadounidense amanecieron así con un pronunciado ascenso tras el salto que experimentaron ayer, cuando el WTI se revalorizó un 4,42 %, ante la proximidad de la reunión en la que los países de la OPEP+ podrían anunciar una reducción de más de un millón de barriles diarios, que se convertiría en el mayor recorte desde el comienzo de la pandemia.
Según analistas recogidos por el Wall Street Journal, esta medida podría volver a elevar el precio del oro negro hasta los 100 dólares barril.
«Los países de la OPEP pueden estar buscando aumentar sus presupuestos para hacer frente al aumento de los precios de los alimentos y la fortaleza del dólar», apunta el diario en su editorial de hoy, en la que vincula este aumento con el fracaso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de convencer a Arabia Saudí para reducir el precio del petróleo.
El Gobierno estadounidense ha sacado al mercado en el último año en torno a 200 millones de barriles de su reserva estratégica de petróleo y en torno a un millón de barriles diarios en los últimos meses, con la intención de reducir los precios para contribuir a la reducción de la inflación.
«Pero los comerciantes de petróleo no son ingenuos. Saben que la liberación (de crudo) terminará pronto y la Administración también tendrá que empezar a rellenar la reserva, que está en su nivel más bajo desde 1984», asegura el Wall Street Journal.
Asimismo, está jugando a favor del precio las perspectivas adelantadas por varios analistas que consideran que la recesión no será tan fuerte como la esperada y que la demanda no se verá excesivamente afectada, como se había previsto.
La firma Sevens Report apunta que el precio del petróleo podría establecer su base sobre este precio «ya que el dólar y los rendimientos de los bonos han alcanzado potencialmente su punto máximo mientras que los datos económicos han mostrado un enfriamiento en la actividad económica que podría allanar el camino hacia un aterrizaje económico suave y una caída menos severa en la demanda del consumidor en los próximos meses y trimestres».