El marcador se pone 2 – 1 a favor de los Celtics de Boston

Los Boston Celtics han vuelto a tomar la delantera en las Finales. Los de Udoka se impusieron por 116-100 en el Game 3 para colocarse con una ventaja de 2-1 en el global, lo que les deja a solo dos triunfos de coronarse como campeones tras un partido en el que dominaron con claridad prácticamente de principio a fin. Los Warriors amenazaron con remontar con su clásico gran tercer cuarto, pero esta vez fue insuficiente para doblegar a un equipo que ha demostrado una infinita capacidad de respuesta.

Boston no ha perdido dos partidos seguidos en lo que llevamos de playoffs, y nada más comenzar el choque dejaron claro que dicha racha no iba a acabar esta madrugada. Guiados por un sensacional Jaylen Brown, que anotó en el primer cuarto 17 puntos, los locales se hicieron pronto con una ventaja de dos dígitos, algo en lo que fue también fundamental su gran defensa. El trabajo en las marcas y en las ayudas por parte de los de Udoka fue fantástico durante prácticamente toda la noche, obligando a Stephen Curry y Klay Thompson a realizar una exhibición de canastas lejanas para mantener a los suyos a flote.

No obstante, de poco les sirvió en una primera mitad en la que Golden State no encontró manera de frenar las internadas de los Celtics hacia el aro. La ausencia de verdaderos intimidadores en el quinteto pequeño de Kerr dejó vía libre a los de Massachusetts para atacar con frecuencia la zona de los visitantes, que no fueron capaces de poner remedio a este problema en toda la noche y terminaron encajando 52 puntos en la pintura. Además, este desajuste hizo que los exteriores se cerraran sobre los penetradores con mucha frecuencia y descuidasen algo más la marca exterior, algo que también fue castigado por la ofensiva local.

Jayson Tatum fue concretamente quien mejor leyó estas situaciones, añadiendo 9 asistencias a sus 26 puntos y convirtiéndose en la gran referencia ofensiva de los suyos. Si bien Brown le superó en anotación con 27 tantos y Marcus Smart se quedó cerca con 24, la capacidad de generación del alero fue sin duda diferencial y le hizo compensar su 9/23 en tiro.