El Gobierno respondió el viernes con una mezcla de contundencia y moderación al ordago que Donald Trump lanzó a Bruselas en forma de aranceles sobre los productos agroalimentarios, que afecta especialmente a los productos españoles. Por un lado, los describió como "inaceptables" y recordó que España y Europa sabrán cómo responder al desafío. Por otro lado, fue conciliador para asegurarse de que todavía hay espacio para lograr una salida negociada y evitar una guerra comercial que pueda dañar a ambas potencias. El mayor golpe de efecto ocurrió al final de la tarde, anunciando, en una acción diplomática inusual, que había convocado al embajador de Estados Unidos para transmitir su "rechazo frontal" a la medida. El Ministro de Agricultura viajará a Bruselas el miércoles.
La decisión del Gobierno de convocar al embajador estadounidense, Richard Duke Buchan III, por un conflicto comercial es inaudita. La mayoría de las llamadas, una de las formas más fuertes de protesta, en los últimos años se han producido con el embajador del Reino Unido, Gibraltar o Venezuela, por la falta de respeto por los derechos humanos. El Secretario de Estado para la Unión Europea, Marco Aguiriano, transmitió al representante de la Administración Trump el "rechazo frontal" del Ejecutivo español a las medidas conocidas esta semana, según informó La Moncloa en un comunicado.
El llamado del embajador, que fue recibido por la mañana por el secretario de Estado de la UE, Marco Aguiriano, es una de las formas más fuertes de protesta diplomática. En los últimos años ha sido habitual con el representante en Madrid del Reino Unido o de Venezuela, en relación con la disputa de Gibraltar o la falta de respeto de los derechos humanos por parte del régimen de Maduro, respectivamente, pero es absolutamente inusual con el embajador de Washington .
El Gobierno ha dado este paso después de una serie de quejas que recuerda el texto. "Los aranceles anunciados", explica, "se suman a una lista de medidas tomadas por la Administración de los Estados Unidos en el último año contra los intereses españoles y europeos, como los aranceles al acero y al aluminio, la reactivación de la ley Helms-Burton [que afecta a grupos hoteleros españoles con intereses en Cuba], contrario al derecho internacional, o la imposición de sanciones a las aceitunas negras españolas. "
El Gobierno considera que los aranceles sobre los productos del sector agroalimentario anunciados por el Gobierno de los Estados Unidos son "inaceptables". El Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funcionamiento, Luis Planas, aseguró en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros que la imposición de sanciones afectaría "muy significativamente" a los productos del campo español.
Estas nuevas tarifas, que el Departamento de Comercio de EE. UU. Anunció que entrarían en vigencia el 18 de octubre, gravan el 10% de los aviones que España vende a los Estados Unidos y con el 25% de productos como vino, aceite de oliva, aceitunas de mesa, salchichas, quesos y fruta. Son productos que el año pasado España exportó a los Estados Unidos por un valor aproximado de 930 millones de euros.
Planas lamentó que sea el sector agroalimentario el que tenga que pagar las consecuencias de una lucha que no tiene nada que ver con la agricultura y la ganadería: "Es inaceptable que el campo pueda sufrir represalias comerciales en relación con un conflicto en el sector aeronáutico, " él dijo. El ministro en funciones aludió a la disputa comercial que enfrentan Europa y Estados Unidos durante 15 años debido a la ayuda pública recibida por el fabricante aeronáutico estadounidense Boeing y su rival europeo Airbus.
El miércoles pasado, la Organización Mundial del Comercio (OMC) dio permiso al Gobierno de Donald Trump para imponer aranceles a los productos importados de la UE por valor de 6.900 millones de euros en respuesta a los subsidios otorgados por los gobiernos europeos a Airbus. El ministro recordó que los cuatro países más afectados por la decisión de Estados Unidos son Alemania, Francia, el Reino Unido y España, que conforman el consorcio Airbus y, por lo tanto, aquellos que otorgaron la ayuda ahora considerada ilegal por la OMC.
Europa "sabrá responder"
La imposición de aranceles complica una salida amistosa al conflicto. El Gobierno dijo que es "seguro" que España y Europa sabrán cómo responder y enfrentarán las medidas "proteccionistas y nacionalistas", ya que "Europa también es genial y es uno de los momentos para probarlo", dijo la portavoz del Gobierno. En funciones, Isabel Celaá, quien insistió en que confiaran "plenamente" en la negociación.
La lista de productos a los que Estados Unidos quiere aplicar aranceles sigue siendo provisional, esperando que el gobierno de Trump y Bruselas se reúnan el 14 de octubre en Ginebra para negociar. Los portavoces de la Comisión Europea también han sido cautelosos y confían en que podrán redirigir la situación antes de que se encuentre por completo, pero no descartan represalias si Washington no cede. Bruselas tiene la ventaja de que la OMC aún tiene que decidir si Europa puede imponer aranceles a los Estados Unidos por la ayuda que brindó a su fabricante Boeing.
El Ministro de Agricultura anunció que se reunirá la próxima semana con las comunidades autónomas, el lunes, y los sectores afectados, el martes, para acordar una posición común. Planas dijo que hay margen de negociación entre Washington y Bruselas para cancelar "total o parcialmente" la lista de productos afectados. “Esperamos y deseamos no entrar en un conflicto comercial, creo que nuestra posición es firme; Si alguien inicia un conflicto, debe ser responsable de él ”, enfatizó.
Para Madrid, es especialmente doloroso para la Administración Trump castigar a los productos agroalimentarios españoles con aranceles del 25% por una disputa que afecta a la industria de la aviación y por estas represalias para liberar a los socios europeos, como Italia y Grecia, que compiten directamente con España en El mercado americano
El Gobierno español aún confía en que, en las próximas semanas, "la administración de los Estados Unidos entiende que es necesario un acuerdo para evitar dañar el espíritu de colaboración y comprensión que caracteriza las relaciones bilaterales en todas las áreas", pero advierte que reaccionará de alguna manera " inmediata "y con" firmeza y claridad "para defender los intereses de España si Estados Unidos rechaza la oferta de diálogo. "Todas las medidas legales a su alcance se activarán, dentro del marco multilateral y en estrecha coordinación con la Comisión Europea en todas las áreas", subraya el Gobierno.