Recomienda poner atención al cólera cuya bacteria ha sido detectada en los ríos Ozama e Isabela
Que se haya detectado la bacteria Vibrio Cholerae en aguas de los ríos Isabela y Ozama debe llamar a preocupación y alarma en la población y una acentuada atención de las autoridades sanitarias, advierte el doctor Humberto Salazar.
Esa bacteria es la que genera el cólera, enfermedad que se caracteriza por provocar una diarrea aguda y frecuente, que en caso de no identificarse la causa y tratarse a tiempo, puede provocar una rápida deshidratación y en algunos casos la muerte hasta en personas sanas.
Salazar advierte que detectar en aguas de los ríos del Gran Santo Domingo dicha bacteria es en extremo peligroso por la situación predominante en esos barrios donde no existen, en muchos casos, acceso a agua potable, recursos económicos mínimos que no permiten el gasto en agua embotellada y en que el hacinamiento es la norma.
“En caso de no llevar la información a tiempo como forma de prevención, podríamos tener una epidemia de cólera de grandes proporciones” advierte el galeno manifestando su preocupación por el caso reportado en medios de una situación sanitaria compleja por la ocurrencia de otras enfermedades.
Humberto Salazar, quien es miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) , mediante despacho de su Secretaría de Comunicaciones , recuerda que en República Dominicana no había reportado casos de cólera hasta el año 2011, cuando soldados procedentes de Asia en Haití, contaminaron el río Artibonito y provocaron una epidemia en el vecino país que al poco tiempo produjo brotes en algunos puntos del nuestro.
“El buen manejo que dio el gobierno en ese momento, con una masiva campaña de información para la prevención de la enfermedad, mantuvo los casos circunscritos a zonas del Cibao y el gran Santo Domingo, manteniéndola fuera de las zonas turísticas del país” apuntó.
Teniendo la experiencia de ese buen manejo el doctor Salazar considera urgente crear una campaña de educación para la prevención de la enfermedad, “pues hablamos de los barrios más pobres, un verdadero cinturón de miseria que aprieta la ciudad de Santo Domingo”