Estados Unidos y Corea del Norte reanudaron el sábado las negociaciones para desmantelar el programa nuclear del régimen de Kim Jong-un. Sin embargo, la primera reunión después de ocho meses tuvo un resultado abrupto. Después de más de ocho horas en Estocolmo, el jefe de la delegación de Corea del Norte, Kim Myong-gil, criticó que los negociadores estadounidenses llegaron "con las manos vacías" en el diálogo nuclear y dijo que "la negociación no ha cumplido con las expectativas y se ha roto ", según la agencia surcoreana Yonhap. El Departamento de Estado de los Estados Unidos respondió que los comentarios de Kim eran "prematuros" y que "no reflejan el contenido o el espíritu de la discusión".
Las versiones posteriores a la reunión son contrastantes. Washington describió la reunión como "positiva", mientras que Pyongyang no ocultó su descontento y criticó la actitud de los negociadores estadounidenses. Una declaración emitida por el Departamento de Estado indica que la Casa Blanca espera que el diálogo vaya más allá de la desnuclearización; que ha revisado lo que sucedió desde la última reunión en Singapur en junio pasado, y que espera hacer nuevos compromisos sobre los asuntos que conciernen a ambos países. "Estados Unidos y Corea del Norte no superarán sus diferencias en un solo sábado", agrega el documento.
La delegación norcoreana llegó a la capital sueca desde el jueves pasado, un día después de que se revelara que el gobierno de Kim Jong-un había probado con éxito un nuevo misil balístico que llegó a la Zona Económica Exclusiva de Japón. El lanzamiento molestó al gobierno japonés y generó dudas sobre las negociaciones del sábado.
La última cumbre entre representantes de ambos países había sido en Hanoi, la capital de Vietnam, a fines de febrero. Las negociaciones fueron un fracaso, concluyeron sin acuerdo y sin una hoja de ruta para continuar el diálogo. El cruce de acusaciones entre los dos gobiernos, en relación con una supuesta demanda de Corea del Norte de levantar las sanciones a cambio de desmantelar su programa nuclear, dejó dañada la credibilidad del proceso de negociación. En junio, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reunió brevemente con Kim en la zona desmilitarizada de la península de Corea y se convirtió en el primer presidente de ese país en pisar territorio norcoreano, lo que revivió la esperanza de que el diálogo se reanudaría.
Con el fantasma del fiasco en Vietnam, los negociadores estadounidenses han dicho que estaban dispuestos a reanudar las negociaciones en dos semanas. Los norcoreanos no han aclarado si aparecerán una vez más. El objetivo de las nuevas organizaciones, según la prensa estadounidense, es probar nuevas propuestas ante el estancamiento entre los dos países, aunque el resultado de las conversaciones todavía parece muy lejano.