El de Jesús Cuevas y otros crímenes horrendos en los últimos años en el país

La mañana de este viernes, la República Dominicana amaneció consternada, no solo por la muerte del joven Jesús Cuevas, sino por la forma en que hallaron su cadáver, luego de pasar casi un mes en el que la familia y las autoridades no daban con su paradero.

El cuerpo de Cuevas fue encontrado descuartizado dentro de un tanque en el interior de una vivienda del kilómetro 7 de la carretera Sánchez, Distrito Nacional. Su verdugo fue señalado como, Francisco Javier García Quezada “Anthony”, quien -según la Policía- admitió el crimen y cuyas razones todavía no han sido reveladas.

Anthony y su hijo de tres años convivieron por varias semanas con el cadáver colocado dentro de un tanque plástico de color azul en una habitación. Cuando los vecinos le preguntaban sobre el mar olor, este les indicaba que era un ratón, que iba a limpiar el lugar, pero el ambiente permanecía, según los reportes de prensa.

El agresor está bajo arresto de las autoridades y el cuerpo de Cuevas fue sepultado la tarde de este viernes en la provincia San José de Ocoa.

Así como el de Jesús Cuevas, otras muertes han estremecido a la población en los últimos seis años. La mayoría de los crímenes se caracterizan por la frialdad de sus verdugos, pues hicieron vida normal y algunos fingieron ayudar a las familias de las víctimas en sus búsquedas.

En 2010, la Policía desmanteló una banda de menores que confesó el asesinato de al menos siete taxistas, a quienes, tras abordar en servicios, torturaban y quemaban para robarse pertenencias y vehículos.

Los culpables fueron cuatro menores de edad y dos jóvenes de 18 y 20 años.

En 2006, fecha en que nació Twitter y Facebook apenas tenía dos años, la población dominicana se estremeció cuando se enteró a través de la prensa tradicional sobre una banda compuesta por una pareja de esposos, sus hijos y otras personas, que asesinaban a las víctimas y las enterraban en fosas comunes dentro de su propia vivienda, denominada como “La casa del terror”.

En el interior de la vivienda, ubicada en Los Coquitos de Mendoza, Santo Domingo Este, había cuerpos esparcidos de unas 12 personas. Estas eran asesinadas luego de acudir a la casa para hacer negocios con los agresores.

Cuatro de los acusados fueron condenados a 30 y 30 años, mientras que los menores involucrados recibieron penas de menos de cinco años.