El Super Bowl LIX, que enfrenta a los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles, ha generado gran expectativa, pero con una demanda de boletos inferior a la de ediciones anteriores. Los precios varían según la ubicación en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, con entradas desde los 3.000 dólares hasta los 13.000 dólares en Ticketmaster.
Varios factores han influido en la fluctuación de los precios. A diferencia del año pasado en Las Vegas, donde la oferta de entretenimiento y el acceso eran más atractivos, Nueva Orleans presenta limitaciones en capacidad hotelera y costos de estadía más elevados. Además, la mayor capacidad del Superdome (74.000 asientos) en comparación con el Allegiant Stadium de 2024 (65.000) ha incrementado la disponibilidad de boletos, contribuyendo a precios más accesibles.
Hasta el martes, el precio promedio en TickPick era de 6.552 dólares, lo que lo convertiría en el tercer Super Bowl más barato en la historia de la plataforma. En comparación, el año pasado los boletos costaban en promedio 9.136 dólares. La menor demanda también se atribuye a la repetición de los equipos en la final: los Chiefs buscan su tercer título consecutivo y los Eagles han sido protagonistas en los últimos años, lo que ha generado cierto desgaste entre los aficionados.
Expertos en venta de entradas señalan que si equipos como los Buffalo Bills hubieran llegado a la final, el panorama sería diferente. Además, muchos fanáticos de los Eagles han optado por no viajar nuevamente debido a los costos asociados. Nueva Orleans, que alberga su undécimo Super Bowl, no ha generado la misma euforia que otras sedes más novedosas, afectando así la dinámica del mercado de boletos.