El Banco Mundial (BM) ha suspendido cuatro proyectos por valor de 600 millones de dólares en Afganistán, después de que el gobierno talibán* restringiera el acceso a la educación para las niñas.
La semana pasada los talibanes ordenaron el cierre de las escuelas secundarias para todas las niñas en Afganistán, apenas unas horas después de su reapertura. Los funcionarios se negaron a dar una explicación para justificar la medida.
El BM indicó que su guía requiere que todas las actividades financiadas con el renovado Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Afganistán (ARTF, por sus siglas en inglés) apoyen el acceso y la equidad de los servicios para mujeres y niñas, y recalcan su extrema preocupación por la reciente prohibición en Afganistán.
Ante esta situación, señaló que presentará los mencionados proyectos a los donantes de ARTF para su aprobación solo «cuando el Banco Mundial y los socios internacionales comprendan mejor la situación y confíen en que se pueden cumplir los objetivos» de las iniciativas, sin dar una fecha exacta.
La organización multinacional estaba preparando esos proyectos, que iban a ser financiados con el ARTF, para que varios organismos de Naciones Unidas los llevaran a cabo con el objetivo de apoyar la agricultura, la educación, la salud y los medios de subsistencia del país centroasiático.
El 15 de agosto de 2021, los talibanes tomaron Kabul y dieron por finalizada su ofensiva en todo Afganistán. El presidente Ashraf Ghani renunció a su cargo y abandonó el país. Los avances de la insurgencia se intensificaron durante la última fase de la retirada definitiva del contingente internacional liderado por EE.UU., que comenzó en abril.