Probablemente siempre lo ha tenido, en este tiempo, un imperativo, por distintas razones, en especial, porque vivimos en una sociedad de consumo.
La economía mundial depende del consumo y por consiguiente no podemos juzgar a las mujeres como solo interesadas por lo material, el mundo es desgarradoramente materialista.
No importa cual sea el salario, los esposos aportan más por menos, quienes tienen algún tipo de relación deben de cantearse, porque la mujer siempre tendrá necesidades que satisfacer.
Y no es cuestión de edad, algunas mujeres podrán darse el lujo de tener un chulo, un vacano que aporte el pene, la mayoría precisa de pesos, dólar o euro.
Ellas están en un proceso de desesperación por la falta de machos, hay quienes se desesperan y se enredan con cualquier cosa, esperan dinero y compañía.
El varón no está por compromisos y menos por soportar la intensidad de las féminas, hoy más que nunca, acicateadas por el.
Escrito por: @HaimeThomasOficial