El Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Volker Turk, ha solicitado este jueves el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la Policía de Haití en su lucha contra el «ciclo de violencia que ha permeado todos los estratos de la sociedad y ha agravado una grave crisis de seguridad y derechos humanos».
Turk afirmó: «Cada día la vida de los haitianos se vuelve más difícil, pero es crucial que no nos rindamos. Su situación no es irreversible. Con el respaldo y la determinación de la comunidad internacional, el pueblo haitiano puede enfrentar esta grave inseguridad y encontrar una salida a este caos».
Según un informe elaborado por la organización, el despliegue de esta misión es «fundamental» para estabilizar la situación de seguridad en el país, considerada una prioridad antes de abordar la grave situación económica y humanitaria. Otra prioridad es fortalecer las instituciones estatales para evitar la impunidad y la mala gobernanza, así como ejercer «una vigilancia rigurosa» contra la corrupción.
Las principales tareas de la misión estarían enfocadas en «observar y cumplir las leyes y normas internacionales de derechos humanos», así como en «incluir mecanismos de supervisión interna para informar sobre el desempeño y prevenir y responder a la explotación y los abusos sexuales», según comunicó la oficina de Turk.
La violencia perpetrada por las bandas es cada vez más brutal y se manifiesta mutilando y quemando cuerpos en público, compartiendo las imágenes en redes sociales. Los pandilleros han intensificado sus ataques contra mujeres y niñas, quienes sufren violencia sexual e incluso violaciones colectivas.
En este contexto, reclutan a niños para utilizarlos como vigías o mensajeros, así como para perpetrar robos y secuestros. Otros objetivos de los pandilleros son las escuelas, que sufren un incremento de los ataques.
Durante el período comprendido entre el 1 de enero y el 15 de agosto de 2023, al menos 2,439 personas han perdido la vida, 902 han resultado heridas y otras 951 han sido secuestradas. Estos eventos se han extendido incluso a los municipios considerados seguros del área metropolitana de Puerto Príncipe.
El informe también resalta la situación de los presos haitianos, que se encuentran hacinados debido a la saturación del sistema, en condiciones «inhumanas» debido al reducido tamaño de las celdas, con un «calor y olor sofocantes» debido al acceso limitado al agua, aseos y al amontonamiento de basura en la capital.
Turk concluyó: «Hay vidas en juego. El tiempo apremia: debemos comprender la urgencia que esta crisis demanda».