El actor mexicano Pablo Lyle comunicó que no testificará este lunes en el juicio que se sigue en su contra por un caso de homicidio involuntario ocurrido en 2019, hechos que resultaron en la muerte de Juan Ricardo Hernández, de 63 años y origen cubano.
Lyle, de 35 años, comunicó a la jueza Marisa Tinkler Méndez, al frente del caso en la Corte Criminal de Miami-Dade, que por iniciativa propia y bajo el consejo de sus abogados no testificará en la audiencia de hoy, según divulgaron medios locales.
El actor mexicano, conocido por su actuación en telenovelas como «Mi adorable maldición», matizó que su decisión no estuvo sometida a presión alguna.
Lyle dejó así el camino para que, tal y como está previsto, la Fiscalía presente, probablemente hoy, sus argumentos finales, que serán rebatidos posteriormente por la defensa del actor.
Los argumentos de cierre darán paso a que el jurado, compuesto por seis miembros, dé comienzo al proceso de deliberación, cuyo plazo para tomar una decisión no se hizo público.
La decisión de Lyle -que se encontraba hasta el inicio del juicio en libertad bajo fianza y con vigilancia electrónica- de no declarar llega después de que el pasado viernes testificara el médico forense que le hizo la autopsia a Hernández.
El forense indicó que cuando fue examinado el cadáver del cubano se comprobó que había sufrido una hemorragia en la parte frontal y posterior de la cabeza.
El testimonio más esperado fue el de Ana Araujo, la esposa de Lyle, que el día del suceso se encontraba en el vehículo junto a sus dos hijos.
Araujo sostuvo que se asustó muchísimo y que sintió un fuerte golpe en el vehículo durante el incidente.
«Venía pitándonos muy fuerte todo el camino, hasta que nos detuvimos y comencé escuchar a un señor gritando e insultando», indicó en relación a Hernández.
Señaló también no haber visto el momento en el que el actor golpeó a Hernández al encontrarse de espaldas, además de matizar que todo ocurrió muy rápido.
El juicio contra Lyle comenzó el pasado 20 de septiembre tras varios retrasos por la pandemia.
Lyle propinó un puñetazo tras una discusión por un asunto de tráfico a Hernández, que cuatro días después murió en un hospital.
Los hechos se remontan al 31 de marzo de 2019, cuando Lyle iba camino del aeropuerto de Miami en un vehículo conducido por su cuñado, Lucas Delfino, cuando se cruzaron con el automóvil conducido por Hernández.
En un semáforo en rojo el cubano se bajó para recriminar de forma airada a Delfino por una maniobra que había realizado.
En medio de la discusión, Lyle salió del carro y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo con las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
De ser encontrado culpable de homicidio involuntario, Lyle podría pasar hasta 15 años en prisión.