El ejército ucraniano mantiene su presión y sigue atacando los depósitos de municiones y los centros de mando rusos, mientras que las tropas rusas pasan a reforzar sus defensas en la mayor parte de la línea del frente.
Rusia perdió 550 soldados, así como 18 tanques, en un día de combates en Ucrania, según el último informe del Estado Mayor de Ucrania.
El informe agrega que Rusia ha continuado con sus intentos de ocupar la región de Donetsk, mientras se centra en retener otros territorios ocupados y en entorpecer las operaciones de ataque del ejército ucraniano en algunas direcciones.
Aunque la formulación utilizada aquí se caracteriza por ser conservadora, el codirector de programas de seguridad del laboratorio de ideas Razumkov Center de Ucrania, Oleksiy Melnyk, afirmó a Efe que se observa el «inicio del cambio de rumbo» de esta guerra.
«El éxito ucraniano en Járkiv ha sido realmente un avance y Ucrania es ahora capaz de dictar cada vez más su voluntad al enemigo», explicó Melnyk.
A diferencia de las anteriores retiradas rusas de Kiev y de la isla de Zmiinyi (Isla de las Serpientes), la derrota en Járkiv fue abrumadora y es probable que tenga un impacto desmoralizador en el resto de las tropas rusas.
Este efecto puede ser más fuerte en el territorio al oeste de Dnipro, en la región de Jersón, donde unos 20.000 soldados rusos se han visto aislados del resto de su ejército, subraya Andriy Ryzhenko, analista militar del Centro de Estrategias de Defensa.
Ryzhenko dijo a Efe que las dificultades de las tropas rusas en esa zona probablemente sean cada vez mayores, ya que los puentes que cruzan el Dnipro han sido dañados por los ataques ucranianos con misiles y la evacuación de los soldados heridos apenas es posible.
Aunque la ofensiva ucraniana también ha progresado algo cerca de Bilogorivka, en la provincia de Lugansk, y cerca de Sloviansk, en el norte de Donetsk, las posibilidades de un avance significativo allí no están claras, dicen los analistas, mientras que Ryzhenko observa que las defensas rusas son más fuertes en el Donbás de lo que fueron en Járkiv.
Una observación clave, escribe Mykola Bielieskov, analista militar de la ONG «Regresa con vida», es que Rusia ha pasado a la defensa y ha abandonado los intentos de avanzar a lo largo de la mayor parte de la línea del frente, con la excepción de las direcciones de Bajmut y Adviivka en la región de Donetsk.
Bielieskov cree que la movilización rusa puede, en el mejor de los casos, ayudar a demorar los avances ucranianos y señala la baja calidad de los refuerzos esperados.
«Rusia ya ha utilizado el 66 % de su viejo equipamiento militar, como tanques, conservados durante décadas», subraya Ryzhenko.
Las tropas rusas movilizadas les podría llevar entre uno y dos meses recibir al menos algo de preparación ante de llegar a los frentes en Ucrania, según Melnyk.
Sin embargo, advierte que habrá que esperar al menos varios días para tener una imagen más clara de cómo se desarrolla la movilización en Rusia y qué se hará con los nuevos soldados.
Los analistas coinciden en que no hay que esperar una nueva movilización masiva en Ucrania como respuesta.
«La movilización ya está en marcha. Los soldados ucranianos todavía necesitan más equipamiento y armas de calidad», explica Ryzhenko, que también señala que sólo una parte del alrededor de un millón de soldados ucranianos está actualmente en primera línea.
Lo que puede ocurrir es que algunas de las unidades ucranianas sean rotadas, lo que normalmente debería hacerse tras seis a nueve meses de guerra de alta intensidad, sugiere Melnyk.
Ryzhenko subraya que los recientes éxitos ucranianos han sido posibles gracias a las entregas de armas modernas, a las inteligentes decisiones militares en colaboración con Reino Unido, Estados Unidos y otros socios, así como a unas tropas muy motivadas.
También considera clave el continuo apoyo económico internacional a Ucrania, al tiempo que señala que los países extranjeros financian indirectamente la agresión rusa en Ucrania con la compra de petróleo y gas rusos.
El ejército ucraniano sigue careciendo de armamento pesado, subraya Bielieskov.
La cantidad de vidas que se pierdan depende directamente de si se atiende en algún momento en breve a las peticiones de los dirigentes ucranianos de una entrega mayor y más rápida de armas, incluidos los sistemas de defensa aérea para proteger la infraestructura de sistema energético durante el invierno.
Mientras aún se espera que lleguen sistemas modernos, la vieja defensa aérea ucraniana consigue mantener a la aviación rusa a distancia, interceptando además entre el 50 % y el 75 % de los misiles rusos.
Ucrania sigue atacando los centros de mando, los depósitos de municiones y los sistemas de defensa aérea rusos, con la destrucción de seis, seis y tres objetivos, respectivamente, reportados por el ejército ucraniano el viernes.
Mientras Bielieskov ve la decisión de Putin de iniciar la movilización como una señal de que podría no estar dispuesto a emplear armas nucleares, tanto Ryzhenko como Melnyk no descartan la posibilidad de un ataque nuclear por parte de Rusia. EFE