El presidente de EE.UU., Joe Biden, confirmó este jueves la incorporación de Colombia como aliado extra en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza militar conformada por 30 países, tras varias semanas desde que se dio a conocer aquella intención, el 10 de marzo.
La designación oficial se confirmó este jueves, cuando Biden envió una carta a los presidentes de ambas cámaras del Capitolio, expresando: «Notifico mi intención de designar a Colombia como Aliado Importante fuera de la OTAN. Hago esta designación en reconocimiento de la importancia de la relación entre EE.UU. y Colombia, y las contribuciones cruciales de Colombia a la seguridad regional e internacional».
De esta forma, el país presidido por Iván Duque podrá acceder a material bélico estadounidense y recibir préstamos, para adquirir equipamiento militar y de investigación. También recibiría beneficios para adquirir tecnología espacial y podría participar de operaciones junto al Departamento de Defensa de EE.UU..
Otros países de la región, como por ejemplo Argentina, ya eran miembros del grupo bajo la misma condición. Aquella nación sudamericana se había plegado a la OTAN bajo el Gobierno del peronista Carlos Menem, cuando adoptó un modelo político ligado a Washington y un sistema económico neoliberal, durante la década de los 90.
La nueva determinación de incluir a Colombia como asociado externo de la OTAN se hizo pública a inicios del mes pasado, cuando Biden y Duque tuvieron un encuentro en la Casa Blanca.
«La relación bilateral en el punto más alto de nuestra historia»
De forma reciente, al celebrarse los 200 años de relaciones entre ambos países americanos, el mandatario colombiano expresó que esto «es histórico». Y agregó: «Significa celebrar este bicentenario de la relación bilateral llevándola al punto más alto de nuestra historia».
Por su parte, el embajador estadounidense en Bogotá, Philip Goldberg, manifestó: «Hay una alianza, una amistad estratégica que sigue y que queremos seguir en el futuro». Además, se destacaron los diez años desde que entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio entre las dos naciones.
En marzo, cuando se dio a conocer la determinación de Washington, el Gobierno de Venezuela cuestionó la incorporación de Colombia. En concreto, el canciller, Félix Plasencia, lamentó que Duque convirtiera a su país «en un espacio útil para la amenaza».
A su vez, remarcó: «Lamentamos esto por el pueblo colombiano, nuestros hermanos, que el Gobierno de Iván Duque se haga parte de un foro como el de la OTAN».
Las discrepancias entre Caracas y Bogotá por este asunto ya lleva muchos años en la agenda internacional. De hecho, mientras gobernaba Juan Manuel Santos, Nicolás Maduro le exigía públicamente que desistiera de esa política: «Venezuela denuncia una vez más ante la comunidad internacional la intención de las autoridades colombianas de prestarse para introducir en América Latina y el Caribe una alianza militar externa con capacidad nuclear», dijo en el 2018.
«Exhortamos al Gobierno de la República de Colombia a observar y cumplir las obligaciones internacionales con las que se ha comprometido como miembro de organizaciones regionales destinadas a garantizar la paz y la solución pacífica de las controversias», sostenía.