La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) desplegó un equipo «élite» de respuesta a desastres ante la crisis humanitaria que atraviesa Haití, la que obligó a su primer ministro, Ariel Henry, a solicitar la ayuda de la comunidad internacional para hacerle frente.
«A medida que la inseguridad, la violencia de las pandillas y la situación humanitaria empeoran en Haití, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) está desplegando un Equipo de Respuesta de Asistencia en Desastres (DART) de élite para responder a las crecientes necesidades humanitarias», dijo la entidad en un comunicado emitido este viernes.
La Usaid explicó que, ante el bloqueo de combustible y la ayuda humanitaria, «incluidos los esfuerzos para responder a un brote de cólera creciente», el grupo de expertos trabaja en coordinación con la Embajada de los Estados Unidos en Puerto Príncipe, los socios humanitarios y el pueblo haitiano «para determinar cómo brindar asistencia a los más vulnerables».
Indicó que el total de los miembros de Usaid DART que se encuentran evaluando las necesidades de Haití serán 15, de los cuales siete ya se encuentran en territorio haitiano y ocho brindarán apoyo de manera remota.
La agencia dijo que, además, de movilizar al DART, el gobierno de los EEUU se encuentra «monitoreando» la situación de Haití y mantienen las conversaciones con los socios internacionales para ofrecer asistencia adicional.
Al recordar la «historia orgullosa y generosa» del pueblo estadounidense de brindar ayuda en tiempos de crisis, la Usaid se comprometió a colaborar con el pueblo haitiano en «este momento difícil».
Desde el miércoles pasado, el gobierno de los Estados Unidos se ha mantenido tomando ciertas medidas en respuesta a la situación que vive actualmente Haití, entre ellas la restricción de visado a funcionarios, exfuncionarios y sus familiares directos por su supuesta vinculación con la violencia y las pandillas que se disputan el control del país, así como la visita de una delegación interinstitucional, encabezada por el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols.
Asimismo, la Guardia Costera de los Estados Unidos patrulló junto a las autoridades haitianas las aguas cercanas a Puerto Príncipe, la capital del país, en el cúster de Northland, uno de los principales guardacostas de EEUU; dicha acción estuvo bajo la colaboración de la embajada estadounidense y el Departamento de Estado de EEUU.
En todo momento el país norteamericano ha enfatizado que el apoyo inicial a Haití estará orientado a ofrecer ayuda humanitaria y sancionar a las personas que fomenten la violencia dentro del territorio haitiano, descartando así la movilización de tropas estadounidenses al país, tal como lo solicitó Henry, aunque altos funcionarios expresaron que la solicitud aún está siendo evaluada.