El Gobierno de EE.UU. ha anunciado una nueva política contra el tabaquismo que obligará a las compañías tabacaleras a reducir la nicotina en los cigarrillos hasta niveles no adictivos.
La norma «establecería un nivel máximo de nicotina en los cigarrillos y en determinados productos del tabaco acabados», según precisa un comunicado del Gobierno difundido este martes.
«Dado que los daños relacionados con el tabaco se derivan principalmente de la adicción a los productos que exponen repetidamente a los usuarios a las toxinas, la FDA [Administración de Drogas y Alimentos] tomaría esta medida para reducir la adicción a determinados productos del tabaco, dando así a los usuarios adictos una mayor capacidad para dejar de fumar», dice el texto.
Según el comisario de la FDA, Robert Califf, el 87% de los fumadores adultos comienza a fumar antes de los 18 años. «Reducir los niveles de nicotina a niveles mínimamente adictivos o no adictivos disminuiría la probabilidad de que las futuras generaciones de jóvenes se vuelvan adictos a los cigarrillos y ayudaría a dejar el tabaco a más fumadores actualmente adictos», sostuvo Califf.
Reacciones
El anuncio fue acogido con satisfacción por los grupos de control del tabaco. En particular, la Asociación Estadounidense del Pulmón se declara «complacida» con la propuesta de la reducción de los niveles de nicotina en los cigarrillos. «Es un importante paso adelante para la salud pública, e instamos a la FDA a ampliar esta propuesta para incluir todos los productos del tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos», indicó el director general del grupo, Harold Wimmer.
Por su parte, el presidente de la Campaña para Niños Libres de Tabaco, Matthew L. Myers, aseguró que la reducción de la nicotina «produciría el mayor descenso de las tasas de cáncer y marcaría la mayor diferencia» de todas las medidas de salud pública que está debatiendo la Administración Biden.
Implementación de la iniciativa
Antes de llevarse a efecto, la medida requiere que la FDA desarrolle y publique una reglamentación, lo que podría prolongarse hasta por un año, según los expertos, citados por The Washington Post. En cualquier caso, la industria tabacalera podría retrasar aún más o incluso tumbar la iniciativa tras impugnar esa norma en los tribunales.
Además, si todo el proceso no lograra completarse antes de que el presidente Joe Biden dejara el cargo, el nuevo mandatario elegido en 2024 podría abortar el proceso.
En EE.UU. mueren cada año de forma prematura 480.000 personas de una enfermedad atribuida al tabaco, lo que convierte el consumo del mismo en la principal causa de enfermedad y de muerte evitable en el país, según la FDA.
Pero si la medida se concreta, esto podría ayudar a unos cinco millones de fumadores adultos a dejar de fumar en un año, así como a evitar que más de 33 millones de personas se conviertan en fumadores regulares para el año 2100, calculó en 2020 la FDA.