El tenista serbio Novak Djokovic ha pedido a los medios de comunicación un poco más de paciencia asegurando que en un plazo de siete a diez días se dirigirá al público para ofrecer detalles sobre su deportación de Australia, ocurrida el mes pasado tras ser anulado su visado hasta en dos ocasiones.
«Sentí la necesidad de darles las gracias por el apoyo que me han brindado, así como a todas las instituciones gubernamentales, durante los desafortunados eventos en Australia», declaró el deportista este jueves durante una reunión con Aleksandr Vucic, presidente de su país.
«Aunque estuve detenido solo, enfrentando muchos problemas y desafíos, no me sentí solo, porque tuve el apoyo de familiares, personas cercanas, amigos, pero también de todo el pueblo serbio, personas bien intencionadas de la región y del mundo, que trataron de facilitarme la situación», añadió.
En este sentido, Djokovic señaló que el propio Vucic, así como el Estado, no tenían la obligación de apoyarle. «Ustedes se han puesto de pie detrás de mí y se han puesto en una posición política comprometida, en el marco de las relaciones internacionales, y por eso estoy extremadamente agradecido. Lo recordaré», aseguró.
Por su parte, el mandatario del país balcánico indicó que la visita del tenista congregó a mucha gente, incluidos periodistas y personal del palacio presidencial, destacando que nunca antes había visto tal cosa, ni siquiera cuando se reunió en él con los presidentes de EE.UU., Rusia o China.
«Gracias por estar aquí y mostrar respeto por tu Serbia, por estar con tu gente y tu país», expresó Vucic, quien dio las gracias a Djokovic por «glorificar» a su nación. «Gracias por representar a nuestro país con honor, valentía y de la mejor manera, y por hacerlo en el futuro. Gracias por la gran lucha que libraste en Australia», agregó.
Asimismo, el presidente serbio, que prometió que desde su Gobierno tratarán de organizar tantos torneos de tenis como sea posible, destacó que está convencido de que su compatriota vencerá a todos sus rivales a los que se enfrente en los próximos Grand Slam: el Abierto de Francia, el Campeonato de Wimbledon y el Abierto de EE.UU.
El número 1 del ‘ranking’ de la ATP, que se contagió con covid-19 en diciembre, el mes pasado estuvo en el punto de mira después de que las autoridades australianas le impidieran participar en el Abierto de Australia, le anularan su visado dos veces y lo deportaran del país alegando que «no había presentado las pruebas apropiadas para cumplir los requisitos de entrada» pese a la exención médica de la vacunación contra el coronavirus concedida por el Departamento de Salud del estado australiano de Victoria.
Parte de la sociedad australiana se indignó con el desenlace de los eventos, por lo que criticó a Jacinta Allan, primera ministra en funciones del estado de Victoria, e incluso pidió su dimisión por avergonzar a Djokovic, al Gobierno de Australia y al pueblo australiano en general.