El coronavirus no será la última pandemia en la historia de la humanidad, pero es posible determinar las probabilidades de su aparición y la magnitud del daño que podría ocasionar, señaló este miércoles Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su discurso con motivo de la Cumbre Mundial de Gobiernos que se celebra en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), el jefe de la OMS explicó que la humanidad debe aprender tres lecciones clave del covid-19 para reducir los riesgos que supondría para su supervivencia una nueva pandemia.
En primer lugar, Ghebreyesus subrayó la necesidad de fomentar la producción local de vacunas, sobre todo en los países de ingresos bajos y medianos para aumentar su autonomía sanitaria. «Se ha hecho claro que no se puede dejar la equidad a la merced de las fuerzas del mercado, la buena voluntad de los donantes o las corrientes geopolíticas cambiantes», afirmó.
Mientras, la segunda lección demuestra que la base del sistema sanitario corresponde a una sólida atención primaria que permitiría detectar posibles brotes en sus primeras etapas. «Por mucho tiempo, demasiados países invertían fuertemente en la atención médica sofisticada y muy poco en la sanidad pública. Como resultado, sus sistemas sanitarios se vieron desbordados», agregó Ghebreyesus.
Por último, el jefe de la OMS recalcó que «el mundo necesita una arquitectura global mejorada de prevención de pandemias, preparación y respuesta» dado que ningún país ni organización puede contrarrestar tal desafío solo.