El Día Mundial del Cacao, celebrado cada 7 de julio desde 2010, se distingue por rendir homenaje a la fruta tropical del árbol de cacao, cuyo nombre científico es «Theobroma Cacao», que significa «la comida de los dioses» en griego. Esta conmemoración fue establecida por la Organización Internacional de Productores de Cacao y la Academia Francesa de los Maestros Chocolateros y Confiteros para reconocer las notables propiedades y beneficios del cacao.
Cristóbal Colón fue el primer europeo en probar un producto derivado del cacao durante su encuentro con la civilización maya, que valoraba esta fruta no solo por sus usos culinarios sino también por su importancia en rituales y ceremonias. En la actualidad, los principales consumidores de cacao y chocolate incluyen países como Francia, Suiza, Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Brasil y el Reino Unido, con Europa liderando el consumo global.
El cacao es conocido por sus múltiples beneficios para la salud, como sus propiedades antioxidantes gracias a los flavonoides que contiene. Contribuye a la reducción del colesterol, el estrés y la presión arterial, estimula las defensas del cuerpo y reduce el riesgo de diabetes. Además, es beneficioso para la renovación de tejidos y la regulación de procesos metabólicos celulares. El consumo regular de cacao puede mejorar el rendimiento y capacidad cognitiva, además de ofrecer efectos estimulantes por su contenido de teobromina.
Históricamente, las semillas y hojas del cacao han sido utilizadas en medicina tradicional para tratar una variedad de dolencias y enfermedades. El aceite extraído de las semillas se emplea en tratamientos para heridas, erupciones cutáneas, quemaduras, dolores de muela y otras afecciones dermatológicas. Este día especial sirve no solo para apreciar el valor culinario del cacao, sino también para destacar su impacto en la salud y su significado cultural a lo largo de la historia.