Cada 7 de junio se celebra el Día Mundial de Concienciación del Síndrome de Tourette, para sensibilizar a la población acerca de este trastorno neurológico que afecta al cerebro.
Generalmente las personas que han sido diagnosticadas con esta enfermedad son objeto de acoso, discriminación y rechazo.
Es por ello que con la celebración de esta efeméride se pretende divulgar información acerca del Síndrome de Tourette, así como brindar apoyo a los pacientes y familiares.
¿Qué es el Síndrome de Tourette?
El Síndrome de Gilles de la Tourette, más conocido como Síndrome de Tourette o ST es un trastorno neurológico que se caracteriza por la presencia de múltiples, rápidos y repetitivos sonidos vocales (ruidos) y movimientos que no pueden ser controlados por las personas que la padecen, conocidos como tics.
Generalmente los primeros síntomas de esta enfermedad se manifiestan antes de los 18 años de edad, mediante sonidos y movimientos involuntarios e incontrolables (tics) de la cara, brazos o del tórax al menos por un año y varias veces al día:
- Parpadeo repetitivo.
- Encogerse de hombros.
- Tics vocales: taratear, tartamudear, gritar frases o palabras, aclararse la garganta.
- Comportamiento compulsivo.
- Falta de autocontrol.
- Hiperactividad.
- Repetición compulsiva e incoherente de palabras obscenas.
- Espasmos musculares o movimientos involuntarios.
Los síntomas evolucionan con periodos de relativa agravación y remisión, observando cierta mejoría al finalizar la etapa de adolescencia. Sin embargo, en un tercio de los pacientes los síntomas pueden persistir hasta la edad adulta.
En el diagnóstico del Síndrome de Tourette el origen de los tics no debe ser producto del consumo de medicamentos y sustancias estupefacientes, enfermedades y otras afecciones tales como convulsiones, encefalitis posviral o enfermedad de Huntington.
Las personas que padecen este síndrome pueden llevar una vida productiva, siendo fundamental el apoyo y tolerancia por parte de las personas que conforman su entorno familiar, laboral y social.